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Volviendo a las clases...

Otro día más que llego temprano.

El día de ayer me lo tomé pacífico y disfrute de una cita conmigo. Mi viejo compró comida, mi favorita, y me llevó a un lugar de campo fuera de la ciudad con la excusa de que necesitaba estar desconectado del mundo al menos por unas horas. Él estaba en un lugar retirado de mí, pues dijo que yo necesitaba espacio.
Había llevado mis utensilios de arte, mis pinturas y un lienzo mediano para utilizar las pinturas acrílico, puse un poco de música que encajara con el momento, daba unos bocados a mi comida disfrutando de su sabor y me dejaba llevar por el pacífico ambiente. La cita perfecta.

Al cabo de unas horas terminé el cuadro, en él había un ser humano con gigantescas alas -algo comparado a un ángel- pero éste estaba cayendo desde lo más alto de un barranco, en el fondo podía notarse como desde la superficie del barranco era un día soleado y mientras caía el ser divino se hacía de noche donde brillaban las estrellas.
Volviendo a la realidad, el atardecer del fondo era increíble ya que los colores hacían una paleta perfecta, justo para fotografiarla, así que tomé mi celular y posicioné la cámara en el ángulo adecuado para que se viera tanto el campo que parecía ser infinito como el cielo tan grande y multicolor. Capté la esencia de mi tranquilidad en una foto, o al menos, parte de ella.

El anciano llamó para que fuera con él, pues era momento de ir a casa, recogí todo lo que saqué del auto, como mis materiales y la basura.

-Mira -le mostré el cuadro a mi abuelo, alzándo y pegando la pintura casi a sus ojos para molestarlo un poco-. ¡Miraaa!

-¿Ah? Oh sí, sí está muy bonito Yukyo -estaba actuando raro, como si hubiera pasado algo que lo desconcertara porque seguía buscando con desesperación a quienquiera que se haya encontrado o lo que sea que haya visto.

-¿Todo bien? -dije con una mueca molesta, me estaba dando el avión.

-¡Sí! ¡Sí, mi niño, todo bien! Vamonos ya -me jaló del brazo bruscamente y me llevó directo al auto.

-¡Espera! ¡Dejé mis cosas en el pasto por estar mostrándote mi pintura! -extendí mis brazos hacia afuera de la ventana del coche, señalando el lugar donde las había olvidado.

-Iré por ellas. No tardo -se marchó de regreso al campo dejándome solo en el carro, al menos traía mi celular y la pintura. Aproveché para tomar otra foto de ella dentro del carro donde diera luz y enfocara bien, puse mi mano frente a la cámara haciendo el gesto de "bien", tapando una esquina de la pintura.
Le envié la foto a Midoriya.

Yo:
Mira lo que hice, ¿te gusta?

M. Izuku <3:
Woow, está increíble Hori, eres muy talentoso en verdad.
Necesito una pintura tuya en mi pared.

Yo:
Te haré una, te daría esta pero, para ti tiene que tener un significado diferente.

M. Izuku <3:
¿Esa que significado tiene?

Yo:
Que, a veces cuando tocas fondo, no es tan malo como parece, hay una belleza dentro. Puede que vuelva a amanecer y después anochezca de nuevo..., una analogía poco racional, lo sé. En mi mente estaba mejor.

M. Izuku <3:
Tranquilo, si lo entiendo. Es muy poética, ¿qué significado le darías a mi pintura?

Yo:
Lo pensaré después, la inspiración se me fue :(

M. Izuku <3:
Okey okey, cuando la hagas me explicas. Tengo que ir a ayudar a mi mamá, nos vemos después Hori <3

Yo:
Nos vemos Midoriya <3

Lo Hice Y Te Dejé (BNHA x Male reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora