Mi Isla, Mis Reglas [YunGi]

CAPITULO 16: Consejos Y Mar

Odioso HongJoong, ¿es que acaso no podía dejar de ser venenoso por un segundo?

Mordisqueando su molestia, YunHo pasó a empujar el bote que los llevaría al mar, mientras que JongHo tironeaba un cordel que estaba atado a la proa para guiar la embarcación al interior de la bahía. Al otro lado del bote, MinGi lo imitaba, al parecer queriendo descargar también su frustración.

YunHo lo miró apenas por el rabillo del ojo, pero tan pronto lo hizo, una sonrisa tironeó sus labios al recordar como el inversionista había llamado "hongo" al escorpión.

Estaba seguro que eso era algo que HongJoong no había esperado. Fue agradable ver que recibía un poco de su propia medicina.

Y mientras pensaba en ello, dio el empujón final, el agua del mar bordeando su rodilla siendo la señal para subirse al bote. Haciéndole una seña a MinGi para que lo imitara, se subió a la embarcación con agilidad, el inversionista en cambio no fue tan hábil. Realizando algunos movimientos torpes producto de la inexperiencia, MinGi logró finalmente subirse, su viaje recién iniciando.

Dejándose llevar por el suave bamboleo del bote y la brisa marina en el rostro, YunHo fue dejando su encuentro con HongJoong atrás al igual que su malgenio. Poco a poco se fue relajando y despejando su mente, mientras JongHo se dedicaba a remar en silencio. Si algo caracterizaba a JongHo es que, a diferencia de muchos en la isla, no era curioso ni hacía preguntas indiscretas. De hecho, era todo lo contrario, hacía los comentarios justos y en general prefería mantenerse en silencio, siendo ideal para relajarse y dar un espacio tranquilo para acallar su mente.

Solo por un rato no tener que pensar en todo lo que lo afectaba.

Cerrando los ojos, se dejó llevar.

- ¿Es tu primera vez en un bote a remos?

La voz de JongHo era neutra, pero habló en el volumen justo para que MinGi, que hasta ahora observaba el paisaje inmerso en sus pensamientos, espabilara y volteara a ver al pescador.

- Lo es - afirmó.

- ¿Te gustaría intentar remar? – consultó, tomando por sorpresa a MinGi.

Por inercia, volteó a ver a YunHo, pero descubrió que este se encontraba sentado en el piso del bote, con las rodillas contra el pecho y la cabeza apoyada en estas, sus ojos cerrados dándole a entender que estaba dormido. Su respiración pausada siendo otra señal de lo mismo.

Apretando los labios ante el evidente cansancio del isleño, volteó hacía JongHo.

- Claro – aceptó, sin cuestionar nada más.

Cambiando de lugares, JongHo le dio indicaciones de como tomar los remos y el movimiento que debía hacer, MinGi empezando sus primeros intentos. Al principio falló estrepitosamente, pero de a poco fue tomándole el ritmo, hasta que pudo avanzar a través del mar sin problemas.

De vez en cuando, JongHo le señalaba cuando debía remar más de un lado para cambiar la dirección del bote y luego continuaban, MinGi sintiéndose pleno con esa simple actividad. Podía ser agotadora, no iba a mentir, pero también era adrenalínico y refrescante el poder remar e ir avanzando en el mar que estaba especialmente calmo ese día. Le servía también para descargar todo, su mente quedándose vacía de pensamientos, eso siendo un alivio mientras sus ojos veían el paisaje que iban dejando tras ellos.

Sin contar que también tenía una bonita visión de YunHo durmiendo, su pecho sintiéndose cálido al verlo descansar.

En ciertos tramos, JongHo lo hacía detenerse, no solo para que descansara, sino también para que viera el paisaje, cada rincón de la isla siendo increíble. La mezcla de verde follaje, con las suaves olas turquesa contra las rocas, generaba parajes dignos de una postal. Junto con eso, JongHo le relataba algunas cosas de la isla, mostrando su profundo conocimiento sobre esta.