CAPITULO 20: Sobrellevando la Tempestad

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- Eres un idiota

- Ya lo sé – suspiró MinGi pasándose las manos por el cabello, el comentario de WooYoung sin ayudarlo ni un poco.

Se encontraba sentado en la salita de estar en la casa de la pareja, WooYoung y San juzgándolo de pie, solo una mesita de centro separándolos. Era la primera vez que entraba al lugar, y aunque le recordaba la casa de YunHo, esta tenía un aire más sofisticado que le hacía añorar aún más el desafiante carácter de la otra.

A su lado, YeoSang bebía limonada fría, cortesía de WooYoung, mientras que JongHo se encontraba en la cocina preparando el pescado. Se había ofrecido a filetear ambos especímenes mientras ellos conversaban, aludiendo que prefería mantener sus manos ocupadas que opinar sobre algo que no tenía mayor conocimiento.

Suspirando una vez más, el inversionista miró hacia el piso. No podía creer que hace solo media hora atrás había estado planeando un futuro con YunHo, besándolo sobre el muelle con su burbujeante risa, para terminar ahí, en un atolladero sin salida.

- Debí decírselo- pronunció, casi culposo de su desliz. Algo que podía parecer una minucia, pero sabía que para YunHo podía significar el mundo.

Especialmente cuando daba la impresión que le había mentido. Incluso manipulado.

- Si, debiste hacerlo – apoyó WooYoung cruzado de brazos – Pero, ya no lo hiciste y por eso...

- Por eso tienes que solucionarlo – finalizó San por él, WooYoung dándole una miradita de reproche por haberlo interrumpido.

Sonriendo inocente, San pasó a beber su limonada sin verse afectado por la tensa atmosfera que abundaba en el lugar.

- ¿Cómo lo soluciono si no quiere escucharme? – consultó ceñudo MinGi, sus ojos dirigiéndose hacia San, quien inclinó su cabeza en un gesto pensativo.

- Hum...¿por qué no le escribes una carta?

- La va a quemar – sentenció WooYoung ante esa idea, desechándola – Cuando YunHo se enoja, es difícil razonar con él, especialmente si le mienten...- acusó.

- No le mentí – se defendió MinGi – Simplemente olvidé que YeoSang vendría con los papeles...

- Contrato – corrigió WooYoung – No es cualquier papel, MinGi. Un contrato quiere decir que diste por supuesto que comprarías la isla. Que ya te pertenecía sin siquiera conocer a sus habitantes y el lugar, solo importándote tus propios intereses. Casi como si fuéramos simple mercancía dispuesta a ser comprada. Un negocio más...

- Lo sé, WooYoung- lo cortó MinGi con dientes apretados.- Sé que fui un tonto pedante en Seúl y eso...

- Eso es justamente lo que YunHo más odia – lo interrumpió, asesinándolo con la mirada – ¡Maldición MinGi, con esto le acabas de dar la razón a todo lo que él creía! – se quejó, consternado.

- No, no en todo – lo corrigió MinGi, por primera vez sacando su voz para defenderse, su seguridad acallando por un segundo la ardiente furia que rumiaba WooYoung – Él pensó que no podía cambiar de parecer, yo tampoco lo creía, pero...lo hizo – reveló con una sonrisa a medias, nostálgica – Y este contrato es la prueba. Ya no soy el idiota inconsciente de Seúl, WooYoung. Ya no tengo planes de hacer el hotel, ni nada que la destruya...

- ¿Ya no piensas hacer el hotel? – tosió YeoSang, medio atragantándose con la limonada, el hombre recién comprendiendo la envergadura de todo. En un principio pensó que había desmoronado algún plan de su jefe al querer mantener la compra en secreto, pero entre más escuchaba, más se daba cuenta que no era eso. Mucho más ahora con esa revelación.

Mi Isla, Mis Reglas [YunGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora