♡◇ Soy un Niñero◇♡ ● AllxTakemichi●

Chifuyu Matsuno

Takemichi, dio un suspiro al ver las facturas de su casa y la escuela. Al ser alguien quien vivía con su única abuela y que esta era mayor de edad, no podía trabajar como lo hacía antes y mantener la casa en orden.

Sus amigos sabían de esto y lo ayudaban como podían, dándole algunos billetes o cuidando de su abuela mientras él estudiaba para poder salir adelanté.

Pero como solo tenia 14 años de edad, era muy normal que no lo aceptarán en todo tipo de trabajos. Además, no tenía el suficiente conocimiento como para hacer de técnico, pastelero, chef, etc. Lo único que se le daba bien era ser muy calmado, estudioso y sorprendemente bueno con los niños.

Akkun, quien lo había conocido cuando tuvo 13 años y eran amigos inseparables, pensaba en como ayudar a su amigo de la mejor manera, pero sabía que no podía darle todo el tiempo dinero o cuidar de su abuela siempre. Y, odiaba ver las terribles ojeras de su amigo al no poder dormir al cuidar de su abuela y estudiar al mismo tiempo.

Se acercó a los demás de sus amigos y juntaron sus cabezas.

– Muy bien chicos, debemos ayudar a Takemichi, pero al menos para que consiga un trabajo estable y que sea para él – Los demás asintieron y empezaron a pensar, Makoto y Yamagishi tuvieron una idea.

– Ya se, ¿y si trabaja de vendedor de galletas? – Dijieron ambos con brillos en los ojos, pero se les borro en cuanto sintieron un golpe en sus cabezas – ¡Ay!

– No es un niño explorador, mucho menos un vendedor de galletas. Hay que pensar en otra cosa, algo que este a su altura.

– ¿Qué tal un cuidador de perros? Dan buena paga por ellos – Sigirio Takuya, él amigo de la infancia de Takemichi.

– No lo se, Takemichi tiene miedo de los perros, ya sean chicos o grandes.

Volvieron a pensar y pensar, pero después de un rato, Akkun tuvo la idea perfecta.

–Lo tengo, Takemichi trabajará de niñero. Todos nosotros sabemos que es un genio con los niños y sabe manejarlos.

– Esa es una buena idea – Dijo Makato, a su lado Yamagishi y Takuya asintieron.

– Entonces hagamos eso, creemosle un perfil en una página de trabajos temporales y así podrá pagar sus deudas.

Todos juntaron sus manos y las subieron al aire, le darían la noticia a su amigo.

– Takemichi, tengo que contarte algo – Su amigo de ojos azules desvío la mirada de los papeles facturados y vio a su amigo, este tenía una mirada emocionada y entusiasmada. Pensó que tal vez le llegó una noticia estupenda.

– ¿Qué es, Akkun? – Pregunto curioso de lo que le diría su amigo.

– Tengo un plan de trabajo para ti, uno en el que podrás tener dinero y que se adapte a tus posibilidades – En segundos, los ojos del teñido se abrieron sorprendidos, pero después, cambió a una mirada interesa y ansiosa – Se muy bien que te llevas de maravilla con los niños, así que pensamos yo y los demás, ¿por qué no trabajas de niñero?

La sugerencia dejo sin habla al menor, pero en parte si que tenía razón, desde que tuvo 10 años empezó a cuidar a los bebés o niños menores de su vecindario. Y sorprendemente lo hacía de maravilla, no era como esas otras niñeras o niñeros que llegaban a ser muy estrictos o muy pegados a los pequeños. Él tenía esa chispa que nadie más tenía, cosa que le encantaba a él y a los demás adultos.

Incluso hubo veces que llego a tener que salir casi con el marco de muchas puertas, todo esto porque los niños no querían que se fuera a pesar de vivir cerca de su casa. Los niños lo amaban como si fuera un hermano mayor para ellos, y los padres venían a veces con sus niños pegados a sus piernas a pedirle que se quedara un rato con ellos.