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¡Abdiel no puede ser mi compañero de piso!

—¿Novio? —repite ,como si estuviera procesando todo.

Quisiera retractarme pero ya no puedo. Creo que en vez de salvarme e cavado mi propia tumba.

—¡Hola familia! ¿A que no adivinan quién ganó una guerra de luchitas ?

Terri entra feliz a la casa con los brazos abiertos,  esperando nuestra atención.  Sin embargo no quito la mirada de Stefan.

—Te dije que tenias prohibido tener novio —continuo Stefan enojandose más.

—No eres mi madre para prohibirmelo. Estoy segura que papá nunca me diría e...

—¡¡PAPÁ ESTA MUERTO!!

Siento mi pecho encogerse, y una pequeña punzada en el corazón. Me muerdo el labio, para tranquilizarme y no verme vulnerable.

—¡Así,  es yoooo...! —continuo ,Terri halagandose.

Aprete los labios . Los ojos de Stefan mandaban chispas de odio.

—Oigan, ¿por qué tienen cara de viejos amargados? —nos preguntó Terri mirándonos.

—¡¡CALLATE TERRI!! —dijimos los dos a la vez.

—Menudos aburridos.

—¡Ya estoy harta de todo esto! ¡Me iré de casa!

Había visto en muchas películas que cuando amenazabas a alguien así , la persona inmediatamente recapacitaria y se disculparia. Estaba segura que el no dejaría que...

—Al fín —Stefan suelta un suspiro de satisfacción—,creí que nunca dirías algo inteligente.

—¿Eh?

Stefan. no estaba bromeando.

—¡Oye no es tu casa para que decidas!

—Pero lo será,  por algo soy el mayor.

—Mientras tanto es la casa de mamá.  Además no me voy a ir.

—Prefieres irte por tu cuenta o que te lanze de una patada hacia afuera. Y creéme, que he tenido un día de mierda y no dudare en tirarte a la calle, como la basura que eres.

Mi hermano cuando se enojaba me daba miedo. Y temia que en cualquier momento como este no pueda controlar sus problemas de ira y termine golpeandome inconscientemente.

No tuve más remedio que quedarme callada y subir a mi habitación a alistar mis cosas en mi maleta.  Baje con todo ya listo. Stefan seguía serio . Y Terri , bueno él...

—¡Oye Alissa! Ahora que te vas ,¿me puedo quedar con tu habitación?

Sentí ganas de lanzarle mi maleta a la cara. Pero termine optando por respirar y tranquilizarme. Camine hasta la puerta y mire feo a Stefan. Él, por su parte me lanzo la puerta en la cara.

—¿Y ahora a donde voy?

Arrastro mi maleta de rueditas  y con la otra maleta pequeña la cargo en mi mano , mientras que mi bolso lo llevo en mi hombro.

—Iré donde mamá,  claro ella sabrá que hacer...

Avanzo por la calle , no tengo dinero para el taxi así que mi madre me ayudara en todo.  Me sobresalto cuando escucho un pitido agudo atrás de mi oído. Doy un grito y boto mis cosas.

La persona que maneja la camioneta se baja para verme.

—¡Lo lamento mucho,  pero estabas en la pista! —De inmediato reconozco el sonido de su voz.  Era Isabel quien había frenado antes de atropellarme. Ella se bajo—. ¿Alissa?

Mi última noche a tu lado. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora