LAZOS

10_Lazos que se rompen

RELATO DE LEONARDO A SAMUEL

Todo comenzó en Las Encinas. Fue allí donde conocí a Pilar. Donde comenzó nuestra historia.

Tú conoces a mis padres Samuel, a tus abuelos quiero decir. Siempre los has visto como esos ancianitos dulces y amables. Y en parte lo son. Pero hay más de ellos. Mi padre fue el que formó la fortuna de nuestra familia. No éramos como los Caleruega que son asociados al vino o los Nunier a la construcción. Tu abuelo se encargó de diversificarse mucho con sus empresas e inversiones. Realmente tenia talento para los negocios. Incluso al día de hoy le sigo pidiendo consejos, aun cuando él ya se ha retirado.

Tu abuelo y abuela me amaron mucho pero también pusieron sobre mí muchas expectativas, demasiadas. Siendo su único hijo lo entiendo, aunque yo no quise hacer lo mismo con Polo. Ellos no solo querían que yo me hiciera cargo de las empresas en el futuro, sino que además esperaban que llevara el apellido a lo más alto. Y parte de todo eso era que debía formar la familia adecuada para convertirme en ese hombre. Amo a mis padres, pero siempre odie que planificaran mi vida sin preguntarme. Y odio que yo no los supiera enfrentar cuando tuve que hacerlo.

Crecí como el niño mimado, pero a la vez sobre exigido de los Benavent. Parte de eso fue ir a Las Encinas cuando era un adolescente. Allí hice unos buenos amigos que hasta el día de hoy están conmigo, aunque no con tanta frecuencia como antes por supuesto. A uno de ellos lo conoces. Ventura Nunier siempre fue mi mejor amigo. No sé cómo ocurrió dado que somos muy diferentes, pero no hay nadie que haya sido más leal que él conmigo. Cuando supe que él pagaría tres becas para estudiantes de tu anterior escuela, le pedí que tu fueras de ellos. Él ni siquiera me preguntó el porqué. Aunque me dijo que tú y Nadia ya habían sido seleccionados por sus calificaciones y que Christian fue seleccionado por un sorteo. En ese momento me propuse ayudarte lo más posible en esta transición a un ambiente como las Encinas. Pilar me contó que también eras amigo y compañero del hermano de Nadia, Omar. Pensé que mientras más amigos estuvieran contigo en un lugar tan atemorizante como Las Encinas, mejor aún. Le pedí a Ventura que le diera tu beca a Omar y que yo pagaría la tuya pero que públicamente debía decir que él pagaba las 4. Ahí me vi obligado a explicarle el porqué. Él conocía a Pilar también así que aceptó de inmediato, aunque no estaba de acuerdo con que se dijera que él pagaba tu beca, pero aun así me hizo este favor.

Otro de mis mejores amigos era un estudiante becado llamado Benjamín. En ese momento era un becado, hoy es un gran hombre de negocios. Estamos en contacto constantemente pero no nos vemos muy seguido porque vive en Londres.

Otra de mis amigas también la conoces. Begoña Villada. Ella era hija de unos amigos de mis padres. Yo la veía como una amiga, ella quería mucho más de mí. Nunca pude corresponder a lo que ella sentía por mí. Ni siquiera casarme con ella y tener un hijo juntos pudo hacer que la amara. Mi corazón le pertenecía a alguien más. Desafortunadamente, mis padres querían a Begoña como mi futuro.

En mi penúltimo año en Las Encinas sucedió algo que cambió mi vida. Mejor dicho, apareció quien cambiaría mi vida. Hasta el momento Benjamín era el único becado en nuestra clase, pero ese año ingresó una becada más. Ese día conocí a Pilar Domínguez.

Tu madre no solo cambió mi vida, sino que realmente revolucionó el colegio en cierta forma. Podría decirse que Pilar se intimidaría por ser becada y nueva en ese colegio, pero nada más lejos de la verdad. La seguridad y el carisma de Pilar la convirtieron desde el principio en una especie de estrella.

Dios, era tan hermosa que ponía nerviosos a la mayoría de los muchachos, incluido yo. Ella brillaba entre todas las chicas de allí. Se hizo amiga de Begoña. Sé que ahora suena extraño pero la confianza de Pilar combinaba bien con la timidez de Begoña. Por un tiempo fueron mejores amigas, pero la envidia de Begoña y sus celos respecto a mí pudieron más.