LAZOS

1_PRIMER DÍA

La penetrante alarma taladradaba los oídos de Samuel, obligándolo de despegar sus párpados y mantener sus ojos abiertos. Una forma tortuosa de obligarlo a participar de la aburrida vida cotidiana.

Samuel se preguntó si ese día tenía la opción de quedarse en cama hasta tarde como venía haciendo hace unos meses. Sin embargo, la respuesta fue negativa. Hoy no podía quedarse en la cama porque hoy sería el primer día de clases en su nuevo colegio.

Gruñó con voz ronca y se tapó la cara con la almohada como una forma de protegerse de sus nuevas obligaciones pero sabía que era inútil. Al menos solo le quedaban dos años de escuela. Quizás en la universidad tenga mejores horarios.

Por un rato permaneció en su cama y tenía la visión borrosa hasta que el sueño lo fue abandonando y vio claramente las imágenes de las paredes de su habitación. Su pared estaba llena de fotografías. De él mismo, su familia, sus amigos y de Rokko quien en ese momento dormía a los pies de su cama. Cuando Samuel apoyó sus pies en el suelo Rokko despertó inmediatamente, se desperezó y al notar a Samuel a su lado alegremente le movió la cola a modo de saludo.

-Ojalá yo pudiera iniciar las mañanas de buen humor como tú-le dijo Samuel y lo acarició.

Cuando fue a darse una ducha le sorprendió ver que no debería luchar con su madre o con Nano por hacerlo primero y por lo tanto tener el privilegio con el agua caliente. Quizás le querían hacer un favor y hacerle las cosas más fáciles el día de hoy que comenzaría su educación en Las Encinas, el colegio más prestigioso de España. Samuel no sabía si era prestigioso por ser bueno o solo por ser caro. A fin de cuentas, es lo mismo.

Después de ducharse se vistió con el uniforme que le habían enviado. Debía reconocer que era bastante estético y que le quedaba bien. Aun no sabía si utilizar la camisa por dentro o por fuera de los pantalones. Cuando llegara ahí vería lo que hacen los demás y si algunos lo llevan por fuera él también lo haría, después de todo así le gustaba a él.

-Pero miren de guapo al Samu-dijo Nano cuando Samuel llegó a la cocina para desayunar con su familia-con ese aspecto y estudiando en ese colegio podrías llegar a Juez o ministro.

-Seré presidente Nano-lo corrigió Samuel-así podré indultarte de tus delitos cuando estés preso.

-Touché querido hermano-dijo Nano sonriendo.

Apareció Pilar y abrazó a su hijo menor, orgullosa que iniciara un nuevo camino en ese colegio. A Samuel le sorprendía que su madre tomara esa actitud dado que desde que supieron que Samuel había obtenido la beca ella no había estado muy contenta con ello. No es que Pilar se expresara en ese sentido pero sus hijos se daban cuenta. Pero cuando se lo preguntaban ella lo negaba y decía que solo eran ideas de ellos.

-Come bien Samu-dijo Pilar-así estés con energía para este día.

-Es solo un colegio-dijo Samuel un tanto aburrido.

-Ojalá fuera solo eso-susurró Pilar pero ninguno de sus hijos la escuchó.

-He escuchado que tiene la mejor enseñanza de toda España-dijo Nano-pero para Samu no será problema con sus calificaciones.

Eso era cierto. Samuel fue escogido entre otros por sus calificaciones al ser el segundo mejor de su clase, después de Nadia.

-Lo malo serán las personas-dijo Nano-rodearte de pijos nunca es algo bueno.

-Pero tu hermano no irá solo-dijo Pilar tratando de no desanimar a su hijo menor-estarán con él sus amigos.

Además de Samuel y Nadia, quienes habían obtenido sus becas por sus calificaciones, también habían sido seleccionados Omar y Christian, aunque ellos entraron por sorteo. Los Shanaá estaban muy contentos porque dos de sus hijos irían al mejor colegio de Madrid. Samuel debía admitir que encontraba un alivio en que sus amigos fueran con él, al menos no estaría solo allí.