Para los demás, el es un chico tranquilo con un pasado lleno de violencia que ha dejado atrás para avanzar. Eso es una gran mentira.
¿Se puede amar aquello que te destruye?
[ Contenido sensible ]
Gaara/Hinata/Naruto
Beso mi quijada con lentitud, marcando un camino hasta mi hombro. Tiré de su cabello y lo bese con desesperación, sus manos recorrían mi cintura haciéndome cosquillas de excitación.
– ¿Que me estás haciendo? No puedo parar —susurró contra mi piel mientras me atraía hacía su pelvis.
–No pares —gemí.
Naruto me hacía sentir como si estuviera en un sueño. Su necesidad de estar constantemente sintiendo mi cuerpo pegado al suyo era abrumador pero adictivo. Lo amaba, siempre lo hice y siempre lo supe.
Abracé su espalda con fuerza cuando sentí que estaba en mi límite.
–Eres tan hermosa —dijo mientras acariciaba sus brazos.
Habían pasado un par de semanas desde la primera vez, Gaara no sospechaba nada por que siempre llegaba a casa antes que el.
Sabíamos que estaba mal, pero ninguno quería parar.
– ¿Que te pasa? —preguntó Gaara sin dejar de mirar el televisor.
–Nada.
Aún no lo había enfrentado sobre lo que vi ese dia. Tenía miedo de lo que pasaría.
Con el paso de los días, comenzó a ser mas consciente de mi frialdad hacia el.
– ¿Quieres ir a esa cafetería que te gusta? —me abrazó por la espalda mientras cocinaba— o podemos ir a ver esa película que me contabas.
–Eso fue hace mas de dos meses.
–Cafeteria, entonces —me alejé de un salto cuando lo sentí llevar sus manos bajo mi ropa.
–No puedo, estoy ocupada con la academia. Tal vez otro día.
Volví al departamento de Naruto al día siguiente. No podía dejar de tocar su cabello que había cortado recientemente. Extrañaria enredar mis dedos en el y jalarlo mientras me embestía.
– ¿No te gusta?
–Me gusta. Te hace ver mas adulto.
Sonrió y me besó con ansías.
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Con el todo se sentía tan bien, me hacía sentir como una adolescente nuevamente.
Hasta que Gaara aparecía en nuestra conversación.
–Deberias terminar con el.
–No puedo —murmuré. No había pasado por mi cabeza el terminar mi relación con Gaara.
– ¡Te fue infiel! —exclamó— no te trata bien —tensó la mandíbula— te ha golpeado.
–Yo también lo he golpeado.
–Hinata —acuno mi rostro entre sus manos con voz suplicante— ¿por que sigues con el?
Porque lo amo, pensé. No puedo imaginarme estar sin el, por mucho que la relación sea una mierda, siempre tenía la esperanza de que algún día todo mejorará.
