Sam
No me niego a la petición de Armstrong, en sus ojos se puede notar el cansancio y aunque lucha por mantener una sonrisa en el rostro, luce un tanto triste. Me saco los zapatos para poder entrar en la cama, Mon se hace a un lado y puedo ver como su cuerpo tiembla por el frío.
Me acomodo de lado para poder pasar uno de mis brazos por su cintura, me sorprendo un poco cuando ella se gira quedando de frente a mí, coloca su cabeza en mi pecho y me rodea de la cintura con su brazo derecho, buscando la mejor manera para acurrucarnos, paso mi brazo derecho por su espalda y el izquierdo por su cintura.
Ella sujeta mi mano, entrelazando nuestros dedos. Apoyo mi barbilla en la parte alta de su cabeza y suspiro. No suelo hacer esto, lo hice una vez cuando Song estaba enferma y realmente resultó mal.
- Sam, quiero vomitar... - Comienza a decir, su voz sonando totalmente derrotada.
- Si quieres hacerlo me dices, si no alcanzas... No tengo problema en que me vomites, no debes preocuparte por ello. - Le digo. Song me vomitó ya una vez hace tiempo, estoy algo familiarizada con este tipo de situaciones.
- Ya lo creo, tendrías el vómito de una súper estrella. - Me dice en un intento de bromear y aunque no haya sido muy buena me río como si lo fuese. Bajo la mirada un momento para verla bien y no puedo resistirme, dejo un beso en si frente viendo como sonríe ante ello.
- Creo que deberías dormir, mon - Murmuro acariciando levemente su espalda, tratando de que le dé un poco más de sueño a la Cantante. La veo bostezar y puedo asegurar que luce como la persona más tierna del mundo ahora mismo.
- No quiero que te vayas. - Me dice, adormilada, y posiblemente aún bajo el efecto de la medicina que le han inyectado. - Nunca. - Susurra cerrando los ojos, estando ya casi por quedarse dormida.
Mi alarma suena y abro los ojos estando algo sobresaltada. Quiero moverme pero me doy cuenta de que aún tengo a la chica koala acurrucada junto a mí.
Debato unos segundos respecto a si debería despertarla o intentar salir de la cama sin arruinar su sueño. Alcanzo mi celular sobre el buró teniendo que desenlazar mi mano de la de mon, quito la tonta alarma y bostezo mientras al mismo tiempo tallo mis ojos en un intento de despertar por completo.
- Mon... Mon... - Le digo cerca del oído tratando de despertarla de la mejor manera posible. - Pequeña... Hey, mon, tienes que levantarte. - Sigo diciendo, esta vez logrando que ella comience a abrir los ojos. Sigue luciendo cansada, tiene ojeras y no puedo creer que se vea tan linda justo ahora.
- No soy tan pequeña. - Comenta refiriéndose a como la he llamado hace un momento, bosteza y hace lo mismo que yo hice segundos atrás, tallarse los ojos. Me mira sonriendo y yo le sonrío de vuelta. Se sienta en el colchón y yo hago lo mismo para poder verla de buena forma.
- Eres una pequeña para mí. - Afirmo poniéndome de pie para ir hasta mis cajones donde saco unos jeans y un top negro, busco también una chaqueta y termino por poner lo que he sacado sobre la cama. Mon se pone de pie y comienza a caminar pero la detengo tomándola por la cintura. - Oh no, ni se te ocurra. Cosa que quieras, cosa que me pides, no voy a permitir que te desgastes. - Le digo mientras la llevo de nuevo a la cama.
- No tengo cinco años, Sam, enserio. - Me dice medio riendo, niego con la cabeza y la cubro con la sabana.
- Yo te considero como una pequeña que necesita mi protección, lo siento. - Murmuro bromeando, ella se ríe ahora sí, me giro para comenzar a caminar hasta los cajones que mon ha elegido y abro el primero. - ¿Me dejas escoger tu vestuario? - Le pregunto mientras busco entre sus cosas.
- Mientras no me pongas ropa de bebé, claro que sí. - Contesta aun riendo. Saco unos jeans oscuros y una camisa blanca de manga larga de botones. Se los paso con cuidado y me vuelvo para ir hasta su armario, tomo un saco que le he visto en fotografías antes y sé que con él se verá más que perfecta.
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MI PEQUEÑA ESTRELLA
FanfictionEs una adaptación. Prometo no dejarlos tirador ya tengo más de la mitad, sólo denle la oportunidad a esta loca historia de Amor