Capítulo 56

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Sam

– Tenemos que hablar de esto. – Escucho decir a mon detrás de la puerta. Han pasado alrededor de cuarenta minutos desde que le pedí que se fuera y ella sigue pidiéndome que hablemos de lo sucedido. Suspiro mientras trato de ignorar el llamado de mi chica viendo las notificaciones que me han llegado a Twitter.

No puedo simplemente salir y decirle a Mon que las cosas estarán bien porque ni yo misma tengo idea de qué es lo que está pasando con exactitud. Quiero arreglar las cosas, quiero que estemos bien, que ella esté bien. Vuelvo a escucharla decir mi nombre, su voz sonando mucho más desgastada que antes.

Dejo mi celular a un lado mientras me pongo de pie, pensando en si debo abrirle o no. Sé que necesita explicaciones pero no estoy bien como para dárselas ahora. No es para nada sencillo tener todas estas cosas en tu cabeza y ella debería entenderlo mejor que nadie, es una estrella, yo recién estoy comenzando.

Sé, también, que no soy una roba fama como los medios han comenzado a decir pero es inevitable que esto no me dañe. Es difícil ser una Joven de 22 años que comienza su carrera y sale con una de las estrellas más mencionadas del momento, es realmente difícil tener que soportar todos esos comentarios y encima tener la presión por parte del estupido de mi manager.

Él quiere que siga dando los conciertos a pesar de mis problemas en la garganta y aunque me haya dado tres días de reposo sé que no querrá verme fuera del foco de la prensa. Al tipo le encanta el drama, le mata saber que puede manejarme gracias a ese contrato que firmé cuando quería estar cerca de Mon

No es que me queje porque estoy bien con las cosas que se dieron luego de haber firmado, pero ahora todo parece tan complicado. No quiero que Mon cargue con mis problemas ni que se vea implicada en estos asuntos del contrato... Estoy segura de que ella querrá intervenir, ya lo está haciendo.

– Samanun, estoy hablando seriamente, por favor. – Me pide y siento como si me dieran un fuerte golpe en el estómago. Tampoco puedo alejarla, no tengo ni el más mínimo derecho para alejarla de mí si ella quiere estar conmigo.           

Camino hasta la puerta, abriendo ésta y dejando a mon entrar. Ella sin decir absolutamente nada, rodeando mi cuello con sus brazos y haciendo que yo haga lo mismo con su cintura en pocos segundos.

– Amor, lo siento. – Susurro estando totalmente apenada. Ella continua sin decir nada, simplemente se queda allí, abrazándome, escondiendo su rostro en el espacio que hay entre mi cuello y mi hombro, sujetándose con fuerza. – No quiero que mis problemas te dañen, no tienes por qué pasar por esto. – Le digo.

– No puedes seguir haciéndote daño por querer proteger a los demás. – La escucho decir contra mi piel, su tono de voz apagado, dejándome ver que en realidad estoy arruinando las cosas entre nosotras.

Se separa de mí, viéndome a los ojos y esperando que diga algo.

Tiene razón, sé que tiene razón pero no es tan sencillo. No es como si pudiera cancelar el contrato de la noche a la mañana y hacer que todo esté bien como por arte de magia. Necesito algún punto débil, algo que pueda hacer que mi manager quiera terminar nuestro contrato sin necesidad de hacer tanto alboroto.

- Sé que piensas que ya no soy la misma Sam pero... - Trato de decirle pero ella me interrumpe poniendo sus labios sobre los míos de una forma delicada.

Debo aceptar que ya estaba extrañando sentir el contacto, sentir todas esas cosas que se desatan dentro de mí en cuanto sus labios tocan los míos. Paso una de mis manos por su mejilla, acariciando ésta y disfrutando de lo bien que se siente su piel. No parece importarle en absoluto que quizá pueda contraer algún virus por mi enfermedad en la garganta pero a mí sí, así que decido cerrar el beso antes de que subamos la intensidad.

MI PEQUEÑA ESTRELLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora