Mon
Nunca.
Aquella había sido la respuesta de Sam. Aquella había sido más que una simple palabra, incluso más que alguna promesa, podría jurar que había sonado más a un juramento que nunca llegaría a romper. Pero eso no fue todo. Le creí, confíe en que lo que ella me decía era realmente sincero, pensé que sus palabras eran tan reales como sus besos y ella me falló.
Simplemente se fue.
Y todo ahora luce tan cliché que preferiría estar en alguna pesadilla a estar aquí. En una habitación de hotel sola, con el espacio que ella ocupaba en la cama siendo raramente ocupado por una nota en manuscrita con una y mil promesas que me hizo, todas y cada una de ellas fallidas.
Mon:
No sé siquiera por dónde empezar, lo que tengo bastante claro es que soy una cobarde y que jamás te he merecido. Lo lamento, mi amor, lamento haberte hecho tantas promesas, lamento haberte dicho que lucharía por nosotras y terminar abandonando todo.
Quiero que sepas que realmente nunca voy a dejarte, eres y siempre serás la persona que más he amado en lo que va de mi vida. Y estoy segura que nunca volveré a sentir por alguien lo que siento por ti.
Te pido que no te sientas mal, te pido que salgas adelante y que continúes con tu carrera como hasta ahora. Sé que es difícil pedir esto pero necesito que vivas tu vida como si yo jamás hubiese entrado en ella.
Lo siento y lo sentiré hasta la muerte, siento no tener el valor para verte a la cara y decirte que me voy, lamento no tener el coraje necesario para defender nuestro amor.
Sólo quiero que sepas que te amo, que te amo incluso más de lo que podría amar cualquier persona. Te pido, por favor, que no dudes de ello porque mi amor por ti es más real que mi propia existencia.
Siempre tuya, Samanun
Mi corazón late con fuerza, mi pulso ahora mismo podría ser más rápido que cualquier otro que jamás haya tenido y las gotas de sudor que siento en la frente no son para nada agradables. Abro los ojos de golpe, moviéndome bruscamente en mi propio lugar y dándome cuenta de que estoy atrapada en los brazos de mi novia.
- ¿Todo está bien? - Cuestiona abriendo los ojos de a poco, parece asustarse al ver mi estado y se incorpora en la cama para poder verme de mejor manera. - Mon, amor... - Comienza a decir pero la detengo poniendo mis labios sobre los suyos. Tratando de verificar que esto es real.
Que la tengo conmigo y que aquello no ha sido más que una terrible pesadilla.
Me cuelgo a su cuello y escondo mi rostro en el espacio que hay en él, refugiándome en ella y llorando sin siquiera pedirlo. Siento como pasa sus manos por mi espalda aún desnuda, puedo sentir su preocupación pero parece tan sorprendida que no es capaz de decir nada.
- Todo está bien, mi amor, tranquila, estoy aquí. - Me dice intentando tranquilizar mi llanto, me alejo un poco, poniendo mis manos sobre sus mejillas y chocando mi frente con la suya.
- Te amo, Sam - Murmuro rápidamente, ella estando aún bastante confundida. - No me dejes, por favor, no me abandones. - Le pido entre sollozos, mi novia abrazándome nuevamente, esta vez con más firmeza y dejando que me desahogue contra su piel, mis lágrimas mojándola pero mi novia sin darle mayor importancia.
Ella parece querer esperar a que me tranquilice antes de decir algo que pueda alterarme. Veo por encima de su hombro el reloj que marca las 3:45am y suspiro, no he dejado a sam dormir ni una hora. Y aunque sé que a ella no le importa en absoluto aquello, a mí sí.
ESTÁS LEYENDO
MI PEQUEÑA ESTRELLA
FanfictionEs una adaptación. Prometo no dejarlos tirador ya tengo más de la mitad, sólo denle la oportunidad a esta loca historia de Amor