Capítulo 31

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Sam

Volviendo a juntar mis labios con los de mi chica, hago al mismo tiempo contacto con su piel tibia al colocar mis manos a sus costados, trazando pequeños círculos con mis pulgares. Mon poniendo las suyas alrededor de mi cuello como siempre suele hacer mientras intenta pegar más su cuerpo al mío.

Sé que ambas estamos siendo conscientes de lo que está pasando, de lo que va a pasar o de lo que puede llegar a pasar si seguimos de este modo. Pero ella parece no estar dándole ni la más mínima importancia a ello y continúa en su labor, bajando por mi cuello, dejando algunos besos y procurando no marcarme demasiado.

Es decir, puedo estar totalmente pérdida en lo bien que se sienten sus labios sobre mi piel, o en cuanto estoy disfrutando del contacto de su lengua en mi cuello; pero aun así, una parte de mí sabe que esto podría salir mal y que quizá las marcas no sean tan fáciles de ocultar como posiblemente mon esté pensando.

Pero no quiero detenerla, es lo que menos quiero hacer en este momento.

Trato de resistirme un poco más pero me es imposible, realmente estoy necesitando a muerte tener contacto con sus labios. Ni siquiera demoro mucho cuando me lo concede y ya estoy pidiendo entrada a su boca. Finalmente obteniendo lo que quiero y mordiendo levemente el labio inferior de mi chica.

Mon se recuesta en el colchón y me pongo sobre ella cuidando no aplastarla ni dejarle mi peso encima por completo. Busco el contacto de su abdomen con el mío mientras sigo teniendo sus labios sobre los míos, ella está tan concentrada en aquello que, quiero pensar, no se ha dado cuenta de en qué momento abrió sus piernas ligeramente dejando que una de las mías quedé entre ellas.

Me empujo a mí misma hacia adelante para alcanzar sus labios con mejor habilidad y me sorprendo cuando ella echa su cabeza para atrás y deja salir un gemido de su pecho al instante en el que mi rodilla toca su centro. Por accidente, por supuesto.

Muerdo su cuello mientras ella pasa una de sus manos por mi espalda, la otra la coloca en mi hombro izquierdo, hundiendo sus uñas un poco cuando vuelvo a hacer contacto con su intimidad, esta vez con mi mano izquierda. No quiero apresurar las cosas, tengo en cuenta que Mon sigue teniendo su virginidad y no quiero que nada arruine nuestro momento.

Vuelvo a buscar sus labios mientras paso mi mano por su feminidad repetidas veces aún sobre su ropa interior. Puedo sentir ya la pesadez de su respiración y lo acelerado que va su corazón, ella trata de hacer contacto con mi lengua consiguiendo lo que quiere en menos de lo que se imagina.

Pongo la mano que tengo libre en su espalda, acercándola más a mí y al mismo tiempo, desabrochando su sostén sin retirarlo todavía. Me alejo un poco, aun teniendo el contacto de mi rodilla con su centro, quiero ver su rostro y confirmar que lo que hago está bien para ella, necesito saber si ella está bien.

- Mon, escucha... - Trato de hacerle entender que quizá no sea el momento adecuado y que puedo detenerme si es que así lo desea pero ella se encarga de unir nuestros labios otra vez, haciendo que guarde silencio.

- Por favor, Sam - La escucho decirme con su voz rasposa y un tanto agitada, como si hubiese juntado todas las fuerzas que le quedan para decir aquello. Busco sus ojos para establecer un contacto visual, sé que con ello podré saber qué es lo que quiere ella realmente. Tengo que volver a besarla cuando me doy cuenta de que está lista y no quiere detenerse más.

Esta vez es ella misma quien me jala hacia adelante ocasionando que nuestro contacto se haga un poco más cercano. Tomo a mi chica por los muslos para ponerla en mis piernas cuando termino por sentarme en el colchón, ella me sonríe mientras vuelve a conectar nuestros labios, siento como pasa sus manos por mi espalda y desabrocha mi sostén para finalmente retirarlo de mi cuerpo.

MI PEQUEÑA ESTRELLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora