Capítulo 23

1.3K 148 9
                                    

Sam

- Así que, ¿El ojo morado se debe a...? - Cuestiona mi hermana menor tomando nuevamente esa postura de psicóloga profesional que, realmente, le queda como anillo al dedo ahora mismo. Sujeto la bolsa de guisantes en mi ojo izquierdo, el antes mencionado por Song.

He llegado a Bangkok hace unas horas y en el mismo instante en el que pise la casa, Song prácticamente me secuestró aprovechando que nuestros padres están de viaje en Londres por asuntos de trabajo, en los que se supone, debería estar yo también junto a Richie

- Te lo he dicho ya, que me han golpeado. - Respondo quejándome por el dolor que ocasiona el frío de la bolsa en mi ojo. son^ se ríe de mi situación, de lo que estoy pasando o de lo que hice que pasara para ser verdad. Suspiro, sé que me lo merezco pero simplemente no puedo creerlo todavía.

- Es que tú no haces nada bien, Samanun - Me dice sin aguantarse la risa ni un segundo, a ella todo esto le resulta divertido pero a otras personas y a mí esto es como el fin del mundo. - ¿Podrías contarme de nuevo cómo sucedió? - Pregunta cubriéndose la boca para no seguir riendo.

Flashback

- ¿Qué pensarían de un trío? - Cuestiono estando completamente De Broma

Puedo ver la mirada irritada de Mon y al mismo tiempo la enfadada de Heidi, es allí donde me doy cuenta del error que he cometido. Es obvio que ellas no están en el mismo "canal" que yo y aunque haya hecho la pregunta en broma hasta cierto punto ambas lo han tomado de la peor manera.

- Debes estar de broma. - Susurra Heidi pero su voz no demuestra ni una gota de felicidad o emoción. Quiero que la tierra me trague cuando hago contacto visual con Mon justo antes de que ésta se ponga de pie, puedo divisar el dolor en ellos y la rabia en los de Heidi.

- No puedo creerlo, Samanun - Murmura la Cantante una vez que está frente a mí fuera de la cama, Heidi se coloca a un lado de ella y no puedo creer que para esto si sean las mejores amigas del mundo. - No puedo creer que haya sido tan tonta. - Dice, más para sí misma que para mí o para la morena quien se mantiene negando con la cabeza demostrando su decepción.

Y sí, soy una jodida idiota.

- ¿Me creerías si te digo que ahora mismo estás cayéndome mucho mejor que ella, Heidi? - Le pregunta mon a la castaña y quiero arrojarme por el balcón de una buena vez.

- Claro que sí, Mon. Es obvio que Sam sólo ha estado jugando al gato y al ratón con nosotras. - Responde Heidi mirándola a los ojos, ambas parecen tan dolidas en este momento que ni siquiera sé que decir.

Ojalá tuviese a Song conmigo ahora mismo.

- Chicas, no es lo que... - Comienzo a decir pero Mon me arroja una almohada intentando desahogarse de algún modo. - Mon, escucha... - Trato de explicar pero ahora es Heidi quien me arroja otra almohada. Y entiendo su enojo pero se suponía que yo una a arreglar esto por la mañana.

- Eres una completa Tonta, Sam - Se queja Mon - No puedo creer que hayas hecho esto, ¿Es qué no te das cuenta de que somos personas como tú? Tenemos sentimientos, diablos. - Me dice y puedo escuchar como su voz comienza a quebrarse, como posiblemente también todo en ella. Y en Heidi

- No eres quien para venir a jugar con nuestros sentimientos, hacernos pensar que nos quieres, que estás enamorada de nosotras y al segundo después tratarnos como si fuésemos unos objetos sexuales. ¿Tan necesitada de sexo estás? - Cuestiona Heidi me pongo de pie para caminar hasta ellas pero se coordinan tan bien para alejarse al mismo tiempo que me veo derrotada.

Me lo merezco, estoy consciente de ello pero no pueden hacerme esto ahora, no cuando estoy tan cansada que ni siquiera pienso bien las cosas que digo. Las Locuras son Locuras, no es como si quisiera hacerlo realmente, de ninguna manera prefiero aquello en lugar de Mon

MI PEQUEÑA ESTRELLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora