Mon
- 3 meses atrás -
- ¡No eres una robafama, Sam! - Le digo sin poder ocultar la molestia en mi voz. Ella ha salido al escenario a pesar de que prácticamente le rogué que no lo hiciera. Su garganta no está mejor y haber cantado sólo empeora la situación. La presión que tiene por parte de su manager tampoco es buena pero Sam no tiene ni la más mínima intención de dejar de hacer caso.
No puede deshacer el contrato como sin nada, me ha dicho que fue como si hubiese aceptado venderle su alma al hombre y, legalmente, no terminará hasta la fecha que indica aquel documento. Dos años. Ella tiene que obedecer lo que él diga si no quiere tener problemas y aunque su familia tenga dinero para defenderse frente algún juez, sé que mi novia no quiere llegar a tal extremo.
Cierra la puerta del bus una vez que termina por entrar, sus mejillas rojas y el notable cansancio en su rostro. Los fans que han asistido a los conciertos de la última semana han comenzado a quejarse vía Twitter con el manager por dejar que Sam se presente en ese estado. Espero que el tipo se dé cuenta de que si sigue así lo único que logrará será que la carrera de mi novia se vaya a la basura.
Es imposible convencerlo de que mi chica en verdad necesita un buen descanso. Sam no tiene la misma preparación que otros artistas, no puede dar conciertos tan seguidos sin cansarse, es su primera pequeña gira, hasta Michael Jackson habría tenido complicaciones con su garganta si le hubiesen presionado de tal modo.
- Sé que no lo soy - Responde, yendo hasta su maleta para sacar algo de ropa más cómoda y poder vestirse antes de dormir. Analizo los pequeños espacios que hay para su cama y me sorprende un poco darme cuenta de que Sam puede dormir en estos lugares. Yo necesitaría tres camas de estas para poder dormir tranquilamente. - Tienes que dormir en una - Me dice mientras se quita la playera negra de manga corta.
- Quiero dormir contigo. - Contesto, subiendo a la cama en la que ella duerme, la veo sonreír levemente y me siento mal. Necesito ver una de sus amplias sonrisas, de esas que te quitan el aliento y te hacen querer detener el tiempo para quedarte admirando su imagen. Este tipo de sonrisas que me da ahora terminan siendo más bien muecas.
Suspiro mientras escondo mi rostro en la almohada, sé que ella está mejor al tenerme aquí pero no sé cuánto tiempo vaya a durar esto. Hablo de que yo no soy como ella y no voy a dejar que el hombre ese siga manipulándola para ganar más dinero, no puede simplemente dañar a mi novia física y mentalmente sin importarle nada más.
Sam no tarda mucho en terminar de cambiarse de ropa para luego tomar su lugar en el pequeño colchón. Pasa su brazo por mi espalda, atrayéndome a su cuerpo y haciendo que me acurruque contra ella. Recargo mi rostro en su hombro, sintiendo lo tibio de su piel y esperando que se mantenga de ese modo.
Lo que menos necesitamos es que su dolor de garganta ocasione alguna fiebre y todo empeore más de lo que ya está. Llamé a Nam. Tenía que hacerlo. Ella al principio se mostró totalmente neutral pero cuando le mencioné que Sam estaba en mal estado no demoro ni dos minutos en pedirle a Heng que consiguiera un vuelo a Atlanta. La siguiente parada en la gira de Nop.
Sé que mi novia lo que menos quería era que sus padres se enteraran pero era lógico que se darían cuenta. Song está demasiado pendiente de las cosas que pasan en Twitter y era cuestión de tiempo para que se topara con alguna de las fotografías en las que se puede ver el estado de Sam
- Voy a solucionar esto. - Me dice ella, su tono de voz bastante bajo y débil. - Sólo necesito un poco de tiempo para terminar de analizar bien el contrato y... - Pero no es capaz de seguir con su explicación cuando la fuerte voz de su manager suena en la parte inicial del bus, posiblemente desde la puerta de éste.
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MI PEQUEÑA ESTRELLA
FanfictionEs una adaptación. Prometo no dejarlos tirador ya tengo más de la mitad, sólo denle la oportunidad a esta loca historia de Amor