CAPITULO XVI †

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Me dirigía, rápidamente por un largo pasillo. Mis botas y la armadura liviana, hacían ruido al caminar. A lo lejos, se escuchaban estruendos de una batalla. Me detuve frente a una puerta y abrí sin tocar

-¡Emilia! ¿Estás bien? -Pregunte agitada. Ella me respondió, asintiendo con la cabeza - ¿Lista?

-¡Si! Hay que irnos ya -Estaba de pie frente a una gran ventana, mirando hacia las afueras del castillo

Levanto un poco la cola, de su largo vestido claro para caminar, y rápidamente me siguió

-¿Haz visto a Ara'el? -Preguntaba Emilia, mientras caminábamos agitadas. Un pequeño movimiento y estruendo, avisaban que atacaban los muros

Emilia estaba asustada y frente a esto, tome de su brazo para equilibrar su cuerpo

-Escucha Emilia -Le hable intimidante -Hay un caballo esperando por ti, Ara'el esta ahí. ¡Tienes que irte ya!

- ¿Y tú? -Pregunto preocupada y triste

-Te daré tiempo... Jo'el estará conmigo

-Tú sabes, que ellos no pueden entrometerse, "Los Guardianes" están afuera

-Tú, haz lo que te digo. Jo'el y yo, los seguiremos pronto

-¡Alexandra! -Tomo de mis manos - Por favor hermana. Ven conmigo, temo no volverte a ver

-Emilia, mi deber es protegerte -Le hable segura. Ella misma, me lo había encomendado -Sigue, les daré tiempo -le hable sin apartar mis ojos de ella

-Pase lo que pase Alexandra -Me abrazo para despedirse

-Pase lo que pase Emilia...

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Unos rayos de luz, entraban por la ventana avisando el amanecer. Desperté, tratando de recordar partes de un sueño muy extraño
Dormía boca abajo en mi cama... recordé lo que había pasado la noche anterior, y una gran sonrisa marcó mi rostro. Estire mis brazos para despertar. Me sentía satisfecha y felíz. Mis manos buscaban a Jo'el, pero tocaba el costado de la cama, y estaba fría. Me incorpore de inmediato asustada

-Ay, no... No puede ser... -Me levante asustada. Jo'el, no pudo irse tan pronto

Mi cabeza hizo muchos escenarios. La noche anterior apenas hablamos de lo que había pasado. Necesitábamos decirnos tanto...

Me puse una bata corta de seda, y baje corriendo por las escaleras, mientras la anudaba a mi cintura. Pensaba, que no me podía dejar, ahora no, me urgía hablar con el

-¡Jo'el! -Gritaba su nombre, buscando por la casa. Hasta que vi su figura, en el marco de la puerta.

Estaba solo con sus pantalones, tal cual lo encontré en el bosque, ambos brazos afirmados, a los costados del marco de la puerta abierta

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Estaba solo con sus pantalones, tal cual lo encontré en el bosque, ambos brazos afirmados, a los costados del marco de la puerta abierta. El sol daba por completo en su cuerpo, y en su mano derecha, tenía una rosa blanca. Me imagine, que la había cortado del jardín
Tenía sus ojos cerrados, y parecía estar deleitándose, por los rayos del sol.

𝕿𝖍𝖊 𝕱𝖆𝖑𝖑𝖊𝖓 ©  (EL CAIDO) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora