CAPÍTULO XXV †

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—Tranquila, vota todo Alex... —Joel sobaba mi espalda, algo somnoliento y preocupado.

Llevaba casi una semana, desde que empecé a sentir hedores horribles y dolores musculares.
En las mañanas despertaba con ganas de seguir en la cama, pero para no preocupar a Jo'el, fingía estar bien.
Últimamente, estampaba mi rostro en el espejo y notaba mis ojos hundidos y mi semblante pálido, también estaba bajando de peso. Pero entendía, que era por el mal dormir de la noche.

El salir de casa a trabajar, cambiaba toda mi energía y volvía a sentirme mejor, por eso lo hacia con gusto, pero habían veces, que dejaba mi puesto de trabajo a la hora señalada y solo pasaba la tarde en la cafetería junto a los chicos y Kurt, quien se había convertido en mi sombra.
Fue tanto, que mi amigo canino, un día llegó solo al hospital en mi búsqueda.

—Me siento mejor Jo'el —Avisaba sentada en el piso del baño —Creo que la comida fuera de casa, me esta haciendo mal.
Jo'el negaba con su cabeza y trataba de buscar una respuesta en mi rostro.

Había descubierto en él, que le incomodaba que algo molestara su dormir. Pero él, no se quejaba por mis desveladas nocturnas, al contrario, me cuidaba.

—Te traeré un té, ven vamos —tomo de mi mano, me jalo suave para levantarme, tomarme en sus brazos y llevarme a la cama. Me arropó y me dejo un beso en la frente. —Espérame vuelvo enseguida. —Aviso, como si tuviese algún lugar donde ir. — ¡Y tu! —le hablo a Kurt —no la dejes sola.

Vi bajar a Jo'el por las escaleras, al final del pasillo de mi habitación.

La luz estaba muy baja. Últimamente la claridad molestaba mis ojos.
Escuchaba algunos ruidos que llegaban desde la cocina, como Jo'el preparaba unas tazas y el agua a punto de ebullición. Me quedé con la vista fija hacia la ventana donde podía ver los árboles mecerse con el viento y les daba la luz de la luna. Me levante a contemplar la noche, pero a lo lejos detrás de los árboles y casi mimetizándose, vi un sujeto mirando en dirección a la casa, aspecto misterioso y parecía vestir harapos. Me asuste de inmediato, ante el aspecto del hombre, baje rápidamente las escaleras para avisar a Jo'el.

— ¡Jo'el, hay alguien en el patio! —Kurt bajo detrás de mi y comenzó la ansiedad. El solo quería salir desesperado y yo encendía las luces que daban atrás de la casa, el jardín y el garaje.

—Tranquila Alex... —Jo'el, me miraba y trataba de calmarme tomado mi mano —Siéntate aquí y espérame —me dejo sentada en una silla de la cocina y mire el reloj 3 Am. hora justa.

Por mientras, mis pies se movían y mordía mis dedos, a la espera que Jo'el, llegara pronto, que para mi fue demasiado, los nervios y la ansiedad, me levante de la silla decidida, a seguir a Jo'el, pero al levantar mi cuerpo de golpe, me desvanecí y caí.

Jo'el:

Caminaba internándome en el bosque, a Kurt lo había perdido de vista. Había salido de prisa apenas abrí la puerta de casa.

𝕿𝖍𝖊 𝕱𝖆𝖑𝖑𝖊𝖓 ©  (EL CAIDO) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora