𝕿𝖍𝖊 𝕱𝖆𝖑𝖑𝖊𝖓 © (EL CAIDO) [✓]

CAPITULO II †

6 MESES DESPUES

Alexandra:

6 AM el reloj suena cada mañana de lunes a sábado, después de eso Kurt se lanza a mi cama y lame mi cara. No, no es mi novio, es mi mejor amigo. Un Pastor Alemán de 1 año. Luego los ladridos, para espantar al cuervo que cada mañana llega a mi ventana. Y así comienza mi día, entre ladridos y graznidos

Hace 6 meses decidí cambiar mi vida. Deje la ciudad de Washington, mi trabajo como Medico cirujano... deje a Bill mi dulce novio. ¿La causa? Mi tía Emy, a quien no le queda mucho de vida. El próximo infarto será letal, pero a ella no parece afectarle, al contrario, dice "Espero feliz a la muerte"

Cambie todo eso por mi pueblo natal, el que me vio crecer. Un pueblo al sur de Washington, pocos habitantes, donde todos nos conocemos, algo frío, pero lo que mas amo de el, son los hermosos bosques, la nieve en invierno, la lluvia y el aroma a plena naturaleza

Bill viene dos veces al mes, al igual que yo es medico, y eso es un trabajo agotador pero a la vez gratificante. Sueña que vuelva pronto a casa, pero tome la decisión de estar con Emy hasta que ella me deje

Mientras trato de abrir mis ojos, Kurt me quita las mantas de la cama

—¡Si, si ya ya... ya desperté mira ¡—me levanto de la cama y Kurt solo mueve la colita y me mira con carita feliz —Con esos ojos no haré nada... —le aviso y gime

Apenas me levanto, el cuervo sale por la ventana... Maldita ventana, el seguro no sirve, se abre y el cuervo entra, ya se le hizo costumbre. Emy lo alimento solo una vez y no puedo alejarlo

Esas son mis mañanas, al primer saludo, las primeras muestras de amor.

Me ducho y luego hacer, lo de todos los días

—Buenos días Emy —entro a su habitación, abro sus cortinas dejando entrar la luz del día —¿como te sientes hoy? —reviso su presión

—Buenos días Alex —me da pequeños golpecitos en la mano. Me llama Alex con mucho amor acortando mi nombre —estoy bien querida puedes ir tranquila

—Te deje comida y además el postre que te encanta —bese su frente —Emy... el viernes... viene Bill... y se quedara el fin de semana

Me senté a su lado y la mire para pedir autorización, ella amaba a Bill

—Tu sabes, que puede venir cuando quiera... no tienes que pedírmelo —Me hablo levantándose de la cama

—Gracias Emy —ella era como mi mamá —Me llamas cualquier cosa — le deje un beso —Adiós Emy

—¡Ten cuidado con esa bicicleta Alex! —me daba un pequeño grito —Dile a Tom que venga y pase a saludar

—¡Siii Emm ¡ —le conteste acomodando mis auriculares en mis oídos,