CAPÍTULO XXVIII †

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Jo'el:

Amanecí con la espalda pegada en la pared, esa que daba a la habitación de Alex, penas dormí.

Me había llevado una manta y una almohada cerca de la chimenea, pero cuando cerraba mis ojos, veía el rostro asustado, con el que me miraba Alex. Había huido despavorida de mi lado, eso dolió.

Mi cuerpo daba vueltas en el sofá, no podía conciliar el sueño. Pensaba en tantas cosas... Tenia la culpa... yo, tenia la culpa de todo esto; Mis faltas habían llegado a tal punto, donde estaba saliendo afectada Alex, y esto, no podía seguir.

Quite la manta de mi cuerpo y deje el sofá. Puse unos leños a la chimenea y observaba como se consumían cada uno de ellos, me paseaba por la sala y pensaba en Alex, si bien estaba con Kurt, y él vendría de inmediato por mi, en caso de alguna urgencia, necesitaba verla ahora, lo pensé mucho antes de subir, hasta que decidí hacerlo.

Cuando llegue a la puerta de su habitación, me invadió la inseguridad, no quería verla asustada... asustada de mi, pero al no escuchar ningún sonido, me quede tranquilo y supuse que estaba dormida, eso me dio luz para abrir suave y permitirme verla, aunque sea solo desde la puerta.

Me quede tranquilo con su imagen, dormía placida y a su lado Kurt, quien levanto sus orejas de inmediato, apenas me vio.

Sonreí y suspire alivio, pero para mí, no era suficiente y fue ahí, donde decidí sentarme en el piso del pasillo y quedarme cuidando su sueño, desde fuera de su habitación, no paso mucho rato y me quede dormido. 

____

Un rayo de luz entraba por la ventana y molestaba mis ojos, me acomode en el suelo y gire un poco mi cuello, para estirar mi cuerpo, me levante y abrí un poco la puerta de la habitación. Alex, dormía tranquila y Kurt, aun a su lado.

—¡Ven chico! —Lo llame a susurros para no despertar a Alex.

Levanto sus orejas y me observo moviendo un poco su cola. — ¡Vamos! ¿Tienes hambre? —Le ofrecí el desayuno, pero el solo gimió y volvió a echarse. Prefirió quedarse al lado de Alex.

Le di la última mirada a mi ángel y junte un poco la puerta.

Baje las escaleras y ya para ese entonces, el sol daba con fuerzas sus rayos en la cocina.

Me dolía un poco la cabeza, me sentía algo mareado, para un humano eso sería una resaca, pero ojala fuera eso.

Pensaba en Ara'el, que lo necesitábamos y que nunca, me había separado tanto tiempo de él.

Prepare dos tazas para el café de la mañana. Para Alex, deje en un extremo de la barra, fruta cortada y jugo a un costado. Ella, no quería que me acercara, por lo tanto le deje todo listo para cuando ella despertara, yo saldría.

Tome mi tazón de café y mire hacia el bosque. Ara'el... ¿Dónde estará? ¿Le habrá pasado algo?

El timbre me saco de mis pensamientos

Ding- Dong

Camine a la puerta, sin antes mirar por los ventanales, era Tom.

Me regalo media sonrisa cuando me vio, estaba con las manos en los bolsillos, esperando que abriera.

Me alegre mucho al verlo, me sentía afligido, cansado y desesperado... un rostro amigo, era una bocanada de aire puro en ese momento.

Abrí la puerta...

—Jo'el... —Frunció sus labios y me observo el rostro con preocupación. Me veía del carajo, lo sabia, me faltaba sueño y sobre pensaba todo.

—Hola Tom, pasa... —Deje la puerta y camine a la cocina.

𝕿𝖍𝖊 𝕱𝖆𝖑𝖑𝖊𝖓 ©  (EL CAIDO) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora