CAPITULO XXXVII †-Por siempre-

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⚠️Recuerda que esta es una maratón⚠️


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Mi ángel cayo entre las frías ramas del bosque, se dificultaba al respirar aunque lo hacia rápido

—¡ARA'EL! —Grite por ayuda, en menos de un instante estaba ahí, dejando caer a un oscuro a su lado.

—¿Qué hiciste, que hiciste, que hiciste? —Pregunte quitando la daga, en mi mano solo se deshizo. Rompí su camisa para ver la herida, pero eso, era de otro mundo y una simple humana como yo, no sabia que hacer. Una mancha oscura y profunda era todo lo que había dejado.

—Jo'el escúchame —Estaba aterrada, aterrada de ver a Jo'el, herido, solo faltaban algunos metros y podíamos resguardarnos —falta poco, tenemos que seguir. ¿Puedes continuar?.

—Si — hablaba agitado —necesito ayuda — extendió sus brazos y Ara'el en forma humana, me ayudo a caminar.

Teníamos que ser rápidos, pronto llegarían mas.

Ara'el, le daba ánimos a su amigo, y mi ángel, apenas podía hablar, necesitaba medicina.

Después de unos minutos, el bosque se abrió mostrando un claro, ahí estaba el lugar. Aprecie rocas con diseños extraños y en el centro, lo que parecía ser una cabaña, antigua, abandonada y deteriorada por el tiempo. No era lo que esperábamos, pero si nos ayudaría a protegernos, y también del frío.

Cuando entramos al lugar, recostamos a Jo'el en el suelo y me quite su abrigo, para dejar descansar su cabeza. Mientras Ara'el encendió una fogata.

—Tranquilo Jo'el... ya llegamos, lo logramos —le hablaba a susurros y acariciaba su cabello, con cuidado observe su herida. Cada vez estaba peor.

—Alexandra —Ara'el me llamo a su lado haciendo una señal con su cabeza, deje un beso en la frente a mi ángel y me levante para escuchar a Ara'el.

—Alex... —suspiro y comenzó hablar a susurros —Esto no se ve bien, no contaba que atacaran a Jo'el...—Miraba a su amigo preocupado

—¡Tengo que llevarlo al hospital! —avise esperanzada, pero sabia la respuesta.

—Alex... —Ara'el me observo con tristeza —pronto amanecerá esperemos.

Asentí con mi cabeza.

Pasaba el tiempo y Jo'el, no se veía bien. Parecía que el lugar no hacia efecto. Respiraba acelerado y solo estaba en silencio, no me moví de su lado.

Ara'el hacia guardia, por lo que parecía ser una pequeña ventana. Podía ver su rostro con preocupación, de la claridad que daba la fogata. El fuego crepitaba, eso y la noche, era lo que hasta ahora se escuchaba...

—Tengo que salir Alex...—Aviso Ara'el —Se acercan mas, tratare de mantener limpias las cercanías. —No dejaba de observar el bosque.

Asentí con la cabeza, y salió de inmediato, sentí la tierra temblar por sus pisadas. Quedamos solos con Jo'el, volví a su lado y tome de su mano.

Puse otro leño a la fogata su tenue luz nos iluminaba, había un profundo silencio en la choza. Se escuchaban solo algunos grillos y el respirar con dificultad de mi ángel. Mire por una pequeña ventana, podía ver las estrellas, gracias a la oscuridad y la lejanía de las luces del pueblo y la ciudad. Estábamos tan lejos de todo que se sentía la inmensidad del cielo, alguna que otra estrella fugaz, apreciaba a momentos

—Te amo... —Escuche a Jo'el, en un hilo de voz, la voz de mi ángel, continuaba con su respirar agitado.

—Te llevare al hospital cuando amanezca... —Aseguré, volviendo a su lado y tomando de su mano —Pronto saldrá el sol. —Avise tratando de darle buenas noticias.

𝕿𝖍𝖊 𝕱𝖆𝖑𝖑𝖊𝖓 ©  (EL CAIDO) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora