CAPITULO XVII †

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Jo'el:

Habían transcurrido días, no se cuantos. Estar con ella, fue perder la noción del tiempo, y tampoco quería pensar en cuantos días nos quedaban juntos. No quería volver

Acariciaba cada parte de su cuerpo, y grababa en mi memoria, todo lo que mis manos sentían y hacían en ella. Quería llevarme esos recuerdos, a mis próximos mil años. Como dijo Ara'el, no volvería a enamorarme, Alexandra me había marcado, para el "Resto de mi eterna vida"

—Jo'el, cuéntame ¿Cómo es el cielo? —Me preguntaba con los ojos cerrados, y mis caricias bajaban y subían por su delicada piel blanquecina —Porque siento, que esto puede ser lo mas cercano que existe —Seguía hablando y abrió sus ojos para mirarme directo

—Alex... No quisiera contarte tanto... —Se enderezo y yo, aun sentado en la alfombra, apoyo su cuerpo desnudo en mi espalda, y suspiro —Temo que si te cuento mas, tendré que llevarte conmigo. —Le hable divertido

Quedamos ahí en silencio, imaginaba lo que pensaba, mientras acariciaba con su índice mi espalda. Hacia un camino, por cada una de mis marcas sagradas, tatuajes como ella les llamaba. La piel se me erizaba, tan solo con el toque de sus dedos.

Miraba la chimenea y sentía la leña arder, perderme en la imagen del fuego, como se consumía cada trozo de leña.

Fueron días maravillosos, la mayoría, lluviosos y oscuros, no se notaba el amanecer y el atardecer. Nosotros, solo pasábamos desnudos sobre la alfombra, y  al lado de la chimenea


Alexandra:

Los días pasaron rápido, Jo'el me habla de su mundo y yo, parecía perderme en sus palabras. Sus ojos, no me dejaban poner la atención necesaria a sus historias. Nunca me había sentido tan cómoda y tan feliz, a lado de alguien. A veces, recordaba que los días se agotaban, y prefería no pensar, en ello

Me llenaba de caricias y abrazos a cada momento, recorría con sus manos, cada recoveco de mi cuerpo, miraba atento cada parte de mí, y me decía:

—Quiero grabarte... no quiero olvidar ni un segundo, de lo que estoy viviendo a tu lado —Suspiraba, y a veces, podía ver su mirada triste, con la que me observaba. Ambos sabíamos que nos hacíamos daño, pero no queríamos hablar de aquello, solo vivir

—¿Cómo podrás continuar con tu vida, después de todo esto? —Le hablaba abrazada en su pecho y el, me mecía un poco entre su brazos

—Shhh ... solo vivamos, aunque sea un poco —me separo de el y sonrió —Siempre estaré a tu lado. Sonreí divertida

—Mas te vale Jo'el... Más te vale —Sentía que cada día, era una despedida. Nuestra historia de amor era, como: "Crónicas De Una Muerte Anunciada" 

𝕿𝖍𝖊 𝕱𝖆𝖑𝖑𝖊𝖓 ©  (EL CAIDO) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora