𝕿𝖍𝖊 𝕱𝖆𝖑𝖑𝖊𝖓 © (EL CAIDO) [✓]

CAPITULO XXXVI †-Corre-

Hemos llegado a los últimos capítulos. Espero los disfruten, subiré en una hora  mas los que faltan... 

Cariños Ann. 

Sentía las pequeñas ramas de los árboles, quebrándose bajo mis pies. El aire húmedo, se había hecho pesado cuesta arriba, además el frío no ayudaba.

—¿Estas bien? —Observo a Jo'el, a quien también le costaba avanzar. Era el claro de la tarde, la luz de día. Según Ara'el, estaba en la ultima etapa de su transformación —¡Vamos... arriba! —Jale de su mano y me sonrió.

—Alexandra Walker... mi medico personal —Hablo divertido, pero solo lo hacia para calmar mi tensión.

No dábamos con el lugar. No quería decirlo "Estamos Perdidos", aunque los dos sabíamos que hace un par de horas, caminábamos en círculos.

Ara'el, en su forma animal, recorría sectores cercanos a nosotros y trataba de mostrarnos el camino, pero de forma misteriosa y hasta a veces, como un mal chiste, volvíamos a recorrer el mismo lugar.

Alexandra... Alexandra...

—¡Alexandra! —Jo'el tomo de mi hombro para que pusiera atención —¿Qué pasa?

—¡Nada... Nada! —Le di media sonrisa —Continuemos.

Los susurros, me seguían a cada lugar que iba y en cualquier momento.

Desde la última pesadilla, hacían eco en mis oídos y llegaban sin ser invitados.

Me arrepentía de no traer a Tom con nosotros, pero Ara'el y Jo'el, fueron enérgicos. Tom, no nos acompañaría.

Antes de emprender el último camino y a pie, lo dejaron muy claro.

—¡Hey tu! ¿Dónde crees que vas? —Ara'el tomo de la mochila de Tom, jalando hacia él.

—Los acompañare, no llegaran solos —Tom advirtió y inmediato, di miradas a Jo'el y a su amigo, para tratar de llegar a un acuerdo.

—Él sabe, él nos llevara —Agregue, enfatizando con mi mano hacia Tom.

Ara'el le dio un leve empujón a Tom, para que volviera a la camioneta y observe a Jo'el, para que cambiara de opinión.

Pero él y Bill, se despedían de una forma muy extraña que llamo mi atención. Un fuerte apretón de manos y Bill, asentía con el ceño fruncido, frente a la fuerte y decidida mirada de Jo'el.

Los deje de observar al instante, cuando ambos se giraron y me fulminaron con sus ojos.

—Tenemos que irnos ya —Aviso Jo'el, retirando mi mochila de la camioneta —No nos tiene que dar la noche —Le dio una mirada a Ara'el, como si hablasen por códigos, que solo ellos entendían.