CAPITULO XXXIV †-Feliz Cumpleaños-

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Se escuchaba solo el motor de la camioneta. Bill, conducía lento y así, no patinar por la carretera que estaba con una leve capa de hielo. Comenzaba a llegar el invierno, y pronto caería la nieve.

Un silencio largo e incomodo, había quedado en el vehículo, después que Bill y Jo'el discutieron. Mi ángel, había explicado de forma detallada, lo que nos estaba pasando.

Bill, no dudo en lanzar lo que tenia atorado, desde ya hace mucho. Culpo a Jo'el de todo.

—¡Esto nunca hubiese ocurrido, si tu no te hubieses aparecido en la vida de Al! —Bill hablaba desde la primera cabina, mirando directo a la carretera. Sus manos, mantenían tenso el volante y podía ver, sus nudillos blanquearse por la fuerza que realizaba —Acaso ¿No te pudiste quedar con los tuyos?

Jo'el, dio un fuerte golpe en el asiento delantero, lo tome rápido de sus mejillas y trate de calmarlo. Era otro y solo quería sacar su ira. Bill, no ayudaba.

—Bill, ¡Basta! ya tenemos mucho y...

—Yo los ayudare, yo los llevare — Propuso Bill molesto y de inmediato, me dio una mirada por el retrovisor —Te lo dije... no te dejare.

Él y Jo'el, se intercambiaban miradas desafiantes y supe, que seria un largo y horrible viaje por carretera.

—Prefiero que te quedes en el pueblo —Le respondí al instante. Verlos juntos, ya era demasiado, para agregar a esta noche de terror.

—Esta bien... —Respondió Jo'el divertido y sonriente, pasando su brazo por mi hombro —Mientras conduzcas... No hay problema. .—Y ahí estaba de nuevo, marcando su propiedad con un abrazo.

Acepté la proposición de Bill, a malas ganas, no quería más discusiones.

En eso, di una mirada a mi costado derecho, estábamos a mitad del camino al pueblo, lo sabia porque pasábamos "La curva del Ciervo".

—Jo'el —Avise con nostalgia, solo para que el me escuchara —Aquí nos conocimos.

Él, tomo de mi mano, beso mi frente y me abrazo un poco más. Continuamos observando el camino en silencio. Pero ni siquiera lo hacíamos, estábamos perdidos en nuestros pensamientos, preguntándonos "Si realmente esto, resultaría".

Solo quería encontrar a Tom, y que nos ayudara a dar con aquel lugar que Ara'el, tanto buscaba.

De pronto, en el silencio del momento, un fuerte golpe hace estremecer no solo a la camioneta. Algo se había montado en ella, se sintió el peso que cargo en el instante. Bill y yo, nos asustamos dando un pequeño salto.

—Es Ara'el, tranquilos. —Aviso Jo'el, mirando hacia la parte trasera de la camioneta —No nos alcanzaran —Hablo solo para mi.

Gire mi vista y Ara'el, de pie y sus manos sosteniendo el techo de la camioneta, me daba una sonrisa por la ventana. Parecía disfrutar del aire nocturno y la velocidad.

A pocos minutos de llegar al pueblo, Jo'el, hurgo en el bolso. Se cambio su ropa rasgada y se acomodo una camiseta blanca y su abrigo negro. Recordé de inmediato, la primera vez que lo vi en el bar.

Me dio una sonrisa y beso mis labios acariciando mi mejilla.

—Estacionare aquí —Bill aclaro su garganta, con molestia por lo que acababa de ver. 

Nos estacionamos en una esquina y a una cuadra de la casa de Tom.

Jo'el, Bill y yo bajamos de inmediato. Ara'el, de un salto bajo de la camioneta y divertido saludo a Bill, quien lo observo serio, ante sus movimientos de niño ansioso.

𝕿𝖍𝖊 𝕱𝖆𝖑𝖑𝖊𝖓 ©  (EL CAIDO) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora