Tinta y pergamino

Capitulo 39

Sirius le enseña a andar en moto y no termina tan desastrosamente como pensaron al principio, lo cual fue bueno. Pero entonces Remus descubrió que Sirius la había dejado conducir la motocicleta, lo que decididamente no era bueno. Eliza estaba segura de que una de las razones por las que no había sido castigada era porque Remus también habría tenido que haber castigado a Sirius, lo cual era simplemente ridículo. La otra razón era, por supuesto, que hoy era el día del baile de Malfoy Yule y si Eliza no aparecía, Narcissa iría a la guerra.

El infierno no tiene furia como Narcissa Malfoy.

Era extraño prepararse sola. Narcissa la había invitado a Malfoy Manor antes de que comenzara la pelota, pero Eliza tenía la intención de llegar a la pelota con Sirius. Remus lamentablemente no se uniría a ellos debido a la luna llena y Eliza prometió contrabandear un poco de chocolate a él.

Se había recogido ligeramente el cabello y usando todos los hechizos que Daphne le había enseñado a lo largo de los años comenzó a prepararse para la pelota. Sirius era genial en muchas cosas, pero los vestidos de gala y el maquillaje no eran uno de ellos. Finalmente, Eliza se puso su vestido y usó un hechizo para cerrarlo detrás de ella.

Era un vestido de baile sin tirantes hasta el piso, un azul medianoche profundo y estaba decorado por todas partes por las constelaciones. Pequeños cristales brillantes cosidos en él para crear un tapiz del cielo nocturno. Los negros eran famosos por sus patrones de nombres, nombrando a sus hijos después de las estrellas del cielo nocturno y Eliza estaba extasiada con la elección de Daphne en el vestido. Deslizando la pinza para el cabello de Narcissa en su lugar y apretando el collar de Tom alrededor de su cuello, Eliza se miró por última vez en el espejo antes de asentir.

Por lo general, no estaba nerviosa cuando se trataba de pelotas. De hecho, podrían considerarse el punto culminante del año. Le dio tiempo a Eliza para construir conexiones mientras todavía estaba atrapada en Hogwarts y establecer un lugar para sí misma en el mundo. Pero estaba nerviosa esta noche.

Porque Tom iba a estar allí.

Pero no lo dejaría ver, había derrotado a dementores y asesinos en serie y al propio Voldemort. Ella podía hacer frente a un pequeño enamoramiento.

"Cachorro" Sirius dijo cuando entró en el vestíbulo "te ves hermosa"

Eliza sonrió tímidamente y unió sus brazos "Supongo que estás bien", bromeó y se rió cuando Sirius dejó escapar un graznido ofendido.

"Solo por eso te dejaré caer en el floo"

"Pero luego le diré a Remus que comiste su última barra de chocolate honeydukes"

"Eliza"

Cuando ella atravesó el floo del otro lado, todavía se reía un poco por su tono escandalizado. Saliendo suavemente por una vez se quedó en el vestíbulo hasta que Narcissa o Lucius vinieron a recogerla a ella y a Sirius. Afortunadamente, no estaban esperando mucho y pronto la puerta se abrió para revelar a los dos Malfoy.

"Primo Sirius" Narcissa saludó calurosamente y lo trajo para un abrazo mientras Eliza le sonreía a Lucius "por favor, no aterrorices a mis invitados"

Sirius soltó una carcajada y sonrió salvajemente "No soy yo de quien tienes que preocuparte"

Narcissa se volvió para mirar a Eliza y la abrazó también, y Eliza regresó feliz.

"Eliza, te ves absolutamente hermosa", dijo y se alejó con una sonrisa burlona "por favor, no aterrorices a mis invitados", repitió y Eliza se rió alegremente.

"No te preocupes Narcissa, estoy en mi mejor comportamiento"

"Eso es lo que tememos", intervino Lucius con una mueca e incluso Narcissa tuvo que amortiguar una risa por su tono. Los cuatro comenzaron a salir del vestíbulo y entrar en el salón de baile principal y Eliza sintió que sus ojos se abrían. El salón de baile estaba cubierto de luces de hadas y esculturas de hielo, opulentas y elegantes en el estilo clásico de Malfoy.