Tinta y pergamino

Capitulo 18

Eliza observó cómo el campo pasaba a toda velocidad mientras el Expreso de Hogwarts avanzaba. Draco estaba sentado a su lado balbuceando sobre todas las cosas que ella y él tenían que hacer durante las vacaciones y Eliza escuchó con indulgencia. Daphne y Blaise estaban desplomados el uno sobre el otro profundamente dormidos y Theo, como Eliza, miraba por la ventana mientras se acercaban constantemente a Londres.

"Madre y padre nos recogerán de la estación, el Baile de Yule este año será el 21 y luego tendremos una pequeña reunión familiar el 25, solo nosotros", explicó Draco felizmentey Eliza asintió para mostrar que estaba escuchando.

"¿Es cierto que el ministro estará allí este año Draco?" Theo preguntó con curiosidad y Draco asintió con la cabeza con una mueca en su rostro.

"Dijo que asistiría, honestamente no me gusta mucho", confió Draco desenvolviendo una rana de chocolate.

"Oh, lo hago, tan fácil de manipular", dijo Eliza con cariño y se rió cuando Draco casi se atraganta con su rana de chocolate.

Sería extraño no pasar Yule en Hogwarts, pero sería bueno finalmente pasar las vacaciones con su corte.

Cuando llegaron a la estación de tren, Draco se complació en despertar a Blaise y Daphne con un encanto de cosquillas. Todos seguían riéndose por el graznido ofendido de Blaise cuando salieron del tren y subieron a la plataforma. Ganaron algunas miradas porque, honestamente, podría ser la primera vez que algunas de estas personas han visto a su corte actuar tan indignamente. Eliza tendía a tener ese efecto en ellos.

Toda su corte va a sus respectivos tutores, Daphne rastrea a Astoria a medida que avanzaba. Es entonces cuando Draco la lleva a sus padres.

Lucius era exactamente como ella recordaba, incluso hasta la mueca mal disfrazada en su rostro. Narcissa Malfoy era una mujer intimidante. Su cabello rubio estaba perfectamente peinado, los labios pintados de rojo, el aplomo perfecto de una mujer de sangre pura. Está vestida inmaculadamente y sus ojos grises y tormentosos estudiaban a Eliza tan intensamente como Eliza la estudiaba a ella. Narcissa puede ser una Malfoy ahora, pero una vez fue negra y Eliza sabía lo suficiente sobre ese lado de su familia como para desconfiar de la mujer frente a ella.

Narcissa Malfoy podría matarla con su tacón de aguja y ni siquiera pestañear.

Eliza la amaba.

"Hola Lady Malfoy, es un placer absoluto conocerte finalmente", dijo Eliza con una sonrisa encantadora.

"El sentimiento es devuelto señorita Potter pero por favor, llámame Narcissa"

"Narcissa entonces, debes llamarme Eliza", dijo ardientemente y por dentro se burló del rostro perturbado de Draco. Nunca la ha visto realmente cuando está complaciendo, nunca se molestó con la encantadora fachada inocente alrededor de su corte. Debe ser una nueva experiencia para él.

Narcissa sonrió como si supiera exactamente lo que Eliza estaba haciendo y la complació de todos modos.

"¿Nos ponemos en marcha entonces?", Dijo y rápidamente se volvió para caminar hacia el floo arrastrando a un hosco Lucius detrás de ella.

"Amo a tu madre", murmuró Eliza a Draco mientras trotaban detrás de sus padres.

"Yo también"

~

Eliza está honestamente sorprendida por lo mucho que se está divirtiendo en Malfoy Manor. El primer día, Draco le da un recorrido por la mansión demasiado grande y terminan jugando un juego de quidditch de buscador contra buscador en el campo que era esencialmente el jardín de Draco. El niño se puso furioso cuando descubrió que Eliza era bastante talentosa en una escoba y durante la siguiente hora lo escuchó rogándole que se uniera al equipo el próximo año. Eliza simplemente le preguntó cómo podría tener tiempo para jugar al quidditch y Draco cedió a su punto y luego continuó arrastrándola por la mansión. La mansión era una muestra decadente de riqueza, pero Eliza ahora se ha acostumbrado un poco a las exhibiciones ostentosas de sangre pura.