Tinta y pergamino

Capítulo 4: La vida continúa

En multimedia hay un IA de cómo se vería Eliza.

Theodore Nott no era un romántico.

No era extrovertido y no era bueno con la gente, está más interesado en la historia que en las fiestas y todos sus amigos podrían dar fe del hecho de que en realidad es un poco bastardo.

Elías era ruidoso y burbujeante y pasa más tiempo afuera que dentro. Encontró todas las historias estúpidas de Theo fascinantes y adoraba las que involucraban a todas y cada una de las criaturas mágicas. Elijah Sinclair era brillante y soleado y sostiene la mano de Theo cuando caminan por la calle como si Theo no fuera exactamente lo contrario de todo lo que era.

Hacen recorridos por catacumbas y calles construidas sobre la historia. Van a los zoológicos y observan a los animales y en el camino de regreso obtienen un helado para compartir entre los dos. Era amor de verano. Es dulce, es inocente e hizo que algo cálido se asentara en el pecho de Theo.

"Voy a montar un dragón algún día", proclamó Elijah, su cabello ya no era azul, sino más bien un rosa brillante e impactante. Había hecho su misión recorrer todos los colores del arco iris y Theo creía de todo corazón en él.

"Conozco a un domador de dragones", dijo Theo, lo cual es una verdad a medias. Conocía a Blaise, que era extrañamente cercano a los gemelos Weasley, lo que significaba que todos conocían a Charlie por extensión.

"Di más ahora mismo", exigió Elijah y Theo se rió porque realmente no había mucho que decir aparte del momento en que Charlie pasó por Hogwarts para el torneo.

"Voy a aprender ese hechizo, para cuando encuentre un dragón"

"¿Sí? Y entonces, ¿qué vas a hacer? ¿Tráelo a casa?"

Elijah inventó un plan loco sobre cómo domesticar a un dragón y cómo lo mantendrá como algo familiar de por vida. Theo escuchó e intervino cuando pudo con una sonrisa y el aire nocturno se llenó de risas. Deseaba que estas noches de verano nunca terminaran.

El cabello de Elijah estaba rojo cuando abandonaron París y se fueron de viaje de un mes por el resto de Francia. Su cabello era verde cuando los echaron de un restaurante ridículamente caro por ser demasiado "disruptivos" Elijah robó una guitarra de la pared mientras corrían. Su cabello era morado cuando ambos cayeron en el Sena y tuvieron que pasar los próximos días acurrucados el uno con el otro tomando pociones de pimienta.

El cabello de Elijah era amarillo soleado y ahora podía tocar su guitarra robada, el champán sabía a verano.

Theo todavía no era un romántico.

Estaban sentados en el balcón de su habitación de hotel, las luces de la ciudad parpadeaban debajo de ellos y las estrellas brillaban arriba.

"Seré las nuevas y mejores Weird Sisters, marca mis palabras Nott, con esta guitarra robada tomaré al mundo por asalto"

"Oh, pero ¿cómo encontrarás el tiempo para domar a un dragón mientras estás ocupado apaciguando a tus fans?" Theo comentó secamente y drenó su vaso.

"Bueno, es por eso que serás mi gerente, obviamente, para que podamos programar todo eso", explicó Elijah con un movimiento de su mano.

"¿Sí?" Theo dijo y se volvió hacia Elijah, quien le devolvió la mirada con una mirada extrañamente seria en sus ojos.

"Podríamos saberlo", dijo Elijah y sus dedos rozaron los de Theo sobre la mesa "No importa si son dragones o guitarras o merlín prohíben la política, no me importaría estar juntos a través de todo"