Tinta y pergamino

Capitulo 66

Eliza se preguntó si esto realmente podría clasificarse como un descanso de verano ahora que no regresarían a Hogwarts. No había más tiempos de término ahora que se habían soltado oficialmente en el mundo y, sin embargo, la fuerza de la costumbre la mantenía refiriéndose a las semanas como vacaciones de verano de todos modos.

Ella y Blaise habían regresado a Grimmauld de buen humor y habían celebrado su graduación con Remus y Sirius con una salida al cine y copiosas cantidades de palomitas de maíz. Blaise estaba buscando un apartamento para poder "dejar de robar las riquezas de la familia Black" y, aunque Sirius y Remus habían prometido ayudarlo, Eliza sabía que en realidad estaban causando más problemas que soluciones.

Eran ridículamente sobreprotectores, Blaise no podría escapar pronto.

Era una especie de extraño limbo en el que todos se habían encontrado. Nada se podía hacer realmente hasta que tuvieran sus resultados de NEWT, por lo que la mayoría de su corte se estaba tomando el descanso por lo que era y había elegido relajarse.

Eliza, como siempre, nunca supo cuándo parar.

Ella y Tom todavía tenían mucho que hacer y ahora que no estaba siendo sorprendida por Hogwarts y los exámenes, era hora de finalmente comenzar a crear algunos cambios y causar algo de caos. Por supuesto, Tom no se refirió a él como caos, era su plan estratégico intelectual, pero considerando que Eliza siempre sería la columna vertebral de su dominación mundial, sabía que simplemente estaba causando el caos.

"Tom", saludó alegremente, saltando a la oficina. Parecía claramente fuera de lugar en un ambiente de trabajo tan ocupado normal y Eliza sofocó una sonrisa cuando notó su evidente incomodidad.

"Little Star" regresó uniformemente, con los ojos escaneando las pequeñas oficinas en busca de su periodista favorito antes de levantar una ceja sorprendida "Es raro que uses una túnica mágica real, ¿cuál es la ocasión?"

Eliza arrugó la nariz, jugueteando con las largas mangas verde oscuro "Estaba jugando con la moto y mi chaqueta se cubrió de aceite, Kreacher la está arreglando"

Merlín moriría por ese elfo, amaba esa chaqueta de cuero.

"Y aquí pensé que era porque querías ser profesional"

"No te quedes allí y finjas que no prefieres los blazers a estas túnicas ridículas", respondió con una sonrisa burlona. Por supuesto, estaban abogando por un retorno de las tradiciones mágicas y abrazando la cultura, pero ambos no podían negar que las túnicas mágicas eran estúpidas y poco prácticas, Eliza moriría en esa colina.

Una garganta se aclaró detrás de ellos, tomándolos a ambos por sorpresa cuando notaron que Rita Skeeter los miraba con un ojo agudo y una sonrisa secreta.

"¿Estamos listos para comenzar la entrevista entonces?", Preguntó, llevándolos a su oficina, les gustara o no. El cubículo obviamente había sido sometido a encantos de extensión y ella y Tom se sentaron frente a Rita en el gran escritorio, hundiéndose en las sillas de felpa.

"Ahora sé que no tenemos que molestarnos con las pretensiones aquí", dijo Rita, con los ojos brillantes. La dulzura habitual de la sacarina no se veía por ninguna parte, lo que Eliza honestamente prefería. La mujer era una escritora talentosa cuando hablaba en serio y si había algo en lo que Eliza era más propensa a confiar era en la fría crueldad.

"Dime en qué debe centrarse la entrevista, dame algunas buenas respuestas y puedo hacer que el público coma de tus manos"

"Eso no lo dudo", respondió Tom de manera uniforme, "Estamos aquí para hacer una entrevista sobre el discurso más reciente en el Wizengamot, informar al público en general sobre lo que se está debatiendo actualmente. Después de todo, tienen derecho a saber"