Elizabeth Marie Grey vuelve a Beacon Hills tras enterarse que su querido y único hermano Scott McCall es mordido por un hombre lobo.
Elizabeth vuelve no sólo para proteger a su hermano, sino también para buscar al responsable de la muerte de su padr...
— Ahora no, Scotty.— Le respondo cansada a mi pequeño hermano.
Hoy he tenido un pésimo día en la escuela. Bueno, desde hace 3 meses no he estado bien. Mi padre murió por un ataque de un animal. Pero la policía determinó que su muerte fue a causa del accidente en auto. ¿Qué sabrán ellos?. Ellos no saben lo que yo vi esa noche. Me toman de loca. Porque claro, ¿un animal con ojos rojos?. Suena creíble. Desde hace 3 meses no me han dejado pasar por mi duelo. No he podido llorar la pérdida de mi padre tranquila. Tengo todas mis emociones acumuladas. Gracias a que el padre de Scott no me ha dejado ni a sol ni a sombra.
— Por favor Elizabeth. Tú eres la única que puede llevarme a casa de Stiles.— Vuelve a suplicarme.
— Dije que ahora no. ¡Que no entiendes!.— Le grito de manera cansada a mi hermano. Pero me doy cuenta de mi error al verle los ojos brillosos por mi comportamiento.
— Perdóname. Scotty, no quise gritarte.— Me acercó y me agacho para estar a su altura.— No llores, no llores, ¿si?. Perdóname.
— Eres una mala hermana.— Niego con la cabeza mientras se me acumulan mis lagrimas.— ¡Eres una pésima hermana!.— Me grita y sale de mi habitación para irse al suyo.
— No, Scotty. Perdóname, ¿si?. No fue mi intención.— Le respondo abriendo la puerta de su habitación.
— ¡Vete!. ¡Largo!.— Me grita mientras me tira sus juguetes.— ¡Te odio!. ¡Vete!. ¡Eres una mala hermana!.
— Para, Scotty. Basta.— Le hablo mientras intento taparme de sus juguetes. Sigo escuchando sus gritos y la ira me consume.— ¡DIJE BASTA!.
Grito y veo cómo de mis manos salen unos destellos de color azul y sale expulsado Scott hacia la pared de su habitación.
Abro mis ojos como platos y me observo impáctala mis manos y salgo corriendo hacia Scotty.— No, no, no, no, Scotty, ey, ey, ey.— Llamó desesperada a mi pequeño hermano y empiezo a llorar al ver que no reacciona.
Al tener una mamá enfermera te deja cierto conocimiento. Fui corriendo hacia el baño en busca del botiquín. Verificó su pulso y checo si sigue respirando. Está vivo. Eso es buena señal. No hay sangre en la cabeza, brazos u otra parte de su cuerpo. Saco un algodón y lo mojo con alcohol para pasarlo por su nariz.
Y a los minutos veo cómo empieza abrir sus ojos y se levanta lentamente.— ¿Lizzy?.— Pregunta agarrando su cabeza.— ¿Que fue lo qué pasó?.
Empiezo a llorar y lo abrazo con fuerza al ver que esta consiente.— Perdóname, perdóname, perdóname.— Le respondo llorando y lo abrazo con más fuerza.
— Estoy bien.— Me respondo mi hermanito y lo sigo abrazando con más fuerza.
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Me despierto bastante agitada y asustada por el sueño que acabo de tener. Empiezo a llorar en silencio ante el recuerdo. Desde ese día, en el cual lastime a Scott por causa de mis "habilidades" que en ese instante eran inexistentes para mi. Me separé de mi familia por temor a lastimarlos. Por miedo al no controlarme y volver a provocar un accidente.
