Elizabeth Marie Grey vuelve a Beacon Hills tras enterarse que su querido y único hermano Scott McCall es mordido por un hombre lobo.
Elizabeth vuelve no sólo para proteger a su hermano, sino también para buscar al responsable de la muerte de su padr...
— Buenos días Carl.— Saludo amablemente al guardia del supermercado.
— Buenos días Elizabeth.— Me devuelve el saludo y me tiende un carrito para hacer el súper.
Decidí venir muy temprano hacer el súper solo para poder despejar un poco mi mente. Anoche no podría dormir, estuve pensando mucho sobre lo que tengo que hacer y el asunto de Derek. Que por cierto ya no ha vuelto aparecer en mi habitación. Eso es bueno, ¿no?. Estaba "bien" hasta aquel beso.
En fin, voy caminando por los pasillos con mi carrito y mirando la lista de compras pero, un choque contra otro carrito hiciera que levantara la vista.
— Lo sient....— Me calló al ver a la persona.
— Elizabeth, que adorable coincidencia.— Habla Peter, retrocedo con mi carrito y lo toma para que no pueda huir.— No he terminado de hablar. Escuché que estás saliendo con un sabueso del infierno.
— Déjame ir ahora mismo sino quieres que grite para que seguridad te saque de aquí.— Ignoro el hecho que sepa ese dato y frunce su entrecejo "confundido" y hago el ademán de irme pero sigue deteniendo mi carrito.
— Que curioso. No vi a nadie de seguridad.— Abro los ojos temiendo por la seguridad de Carl.— No lo mate, si él lo que te preocupa. Lo dejé inconsciente.
— Eres un asco.— Respondo con repulsión y trato de irme pero sigue deteniendo mi carrito.
— Dime algo nuevo.— Niego con la cabeza.— Pero, no vine hablar de mi sino de tu hermano.
— Deja a mi familia en paz, ¿no tuviste suficiente con mi padre?.— Pregunto con enojo y baja su mirada hasta mis manos, frunzo mi entrecejo y bajo mi mirada hasta mis manos y veo mis uñas de lobo.
— Calma fiera.— Dice burlesco e inhalo y exhalo para poder tranquilizarme y escondo mis manos en mi cárdigan.— Solo quiero que me ayudes con el. Quiero a Scott de mi lado pero, él es muy difícil. Trate de persuadir usando a tu madre pero, no funciono muy bien.
— Scott jamás estará de tu lado. Eres un psicótico que va por la vida matando a las personas. Así que ve olvidando reclutar a mi hermano y déjanos en paz.
— ¿Y tú, Elizabeth?.— Pregunta y solo me dedico a mirarlo con odio.— ¿No te gustaría estar en mi manada?. Seríamos muy poderosos. Imagínalo. Scott, yo, tú y mi sobrino. Se verían muy bien juntos.
Lo interrumpo causándole un fuerte dolor de cabeza haciéndolo retorcerse por el dolor.— Que...valiente eres...al usar tus...po..poderes aquí.— Dice con dificultad y retrocedo dejando mi carrito e irme.— Con tu o sin su ayuda voy a conseguir lo quiero. Además, hay muchos otros que pueden ayudarme, Lizzy. Más inocentes y muchos más vulnerables.
Me paro en seco en el pasillo al escuchar lo que dijo y volteó a verlo pero, ya no está. Abro los ojos como platos a darme cuenta de lo que intenta hacer.
— Allison.— Habló para mi, salgo corriendo a mi auto dispuesta a buscar a Scott y contarle lo qué pasó.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
