—Jungkookah por favor — dijo Jimin mientras trataba de no gritar de placer.
— ¿Por favor qué nene? — Jungkook sujeto de mejor manera las caderas del ojimiel mientras mas fuerte le daba en ese espacio tan pequeño.
—Destrózame cielo, haz que me corra contigo.
Y como si sus palabras fuesen ordenes mágicas, Jungkook comenzó a embestir de manera frenética el agujero de su amado esposo, ambos estaban metidos en la despensa del local donde se celebraba la boda. Acababan de darse el sí quiero, pero no aguantaban a llegar al hotel. Así que no se les ocurrió mejor forma de comenzar su matrimonio que recordando viejas costumbres.
Unas embestidas mas, un jaloneo de la polla de Jimin y ambos estaban corriéndose intensamente mientras Jungkook le cubría la boca a Jimin para que no los descubrieran en pleno acto. Y es que los dos son unos insaciables que no se cansan de demostrarse el amor y el deseo que se tienen.
—Wow cariño, eso estuvo muy... wow! — mencionó Jungkook mientras se limpiaba con el pañuelo del traje. Jimin por su parte hacia lo mismo.
—No se cómo es que me dejo convencer para hacer estas cosas, saldremos y todos sabrán qué estábamos haciendo, tenemos cara de recién follados.
—De recién casados amor, que ahora somos esposos. Así que esta es la cara que debemos tener.
Ambos se largaron a reír a carcajadas al mirarse el rostro porque realmente tenían los ojos brillantes, las mejillas sonrosadas y una sonrisa radiante, caras de bien follados pues.
Al salir de la despensa del lugar, se fueron al baño más próximo a lavarse bien las manos y no oler tanto a sexo o eso intentaron, porque en el camino los encontró Tae quien ya sabía en qué andaba este par.
—Cualquiera pensaría que estaban en celibato antes de hoy o que tenían meses sin verse. ¿De verdad no podían esperar a terminar la noche?
—¿Has visto a mi esposo? Porque si no lo has notado es un bombón y esa es mi defensa — respondió Jungkook.
—Yo lo que veo es que los dos me deben unas vacaciones pagadas por salvarles el culo, bueno no del todo a Jimin, — dijo Tae riendo — ya que todos los invitados saben en lo que andaban porque a uno de ustedes se le olvido apagar uno de los micrófonos que usaron para el brindis.
Jungkook y Jimin pasaron de pálidos como fantasmas a rojos como tomates en cuestión de segundos.
—¡Dime que lograste silenciar eso! — rogó Jimin.
—Eh bueno digamos que sí, y que solo alcanzaron a escuchar que eras tu quien le metía prisa a él — dijo señalando a Jungkook.
A Jimin se le bajó la presión y tuvieron que darle un agua azucarada para ayudarle un poco a recobrar el color. Jungkook le repetía que no había nada de que avergonzarse y que sus familiares y amigos invitados a la boda conocían bien su reputación de folladores compulsivos. Y eso no ayudaba a Jimin en lo absoluto.
Luego de unos treinta minutos, regresaron al salón de fiestas del hotel que habían elegido para la boda.
Hace cuatro días que habían llegado allí, todos procedentes de Corea. Por su parte Jimin había invitado a Hoseok, Tae y Jin, además de su familia directa, su padre, su madre y su hermano, quien viajó con su esposa y su bebé de solo un año de edad.
Jungkook, además de estar acompañado de sus padres y su hermano, había invitado a sus amigos Yoongi y Namjoon, a dos amigos de Jeju y a dos compañeros de trabajo que ahora eran parte de su circulo de amigos cercanos Eunwoo y Mingyu. Todos trajeron un o una acompañante para la boda.
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Summer Love -Kookmin-
RomanceJimin un hombre de 27 años, con un excelente empleo en la industria Idol en Corea viaja por negocios a la isla Jeju donde conoce a un muy coqueto JungKook de 25 años, trabajador en el área de entretenimiento en la playa. Lo que empezó como un rutina...