·Capítulo 13·

71 1 0
                                    







KEYLA


Todos brindamos en honor a la victoria de Kaden pero yo no paraba de pensar en la muerte del señor que intentó aprovecharse de mí en la fiesta de los padres de Steven. No me creía que Kaden no hubiera tenido nada que ver. Lo conocía tanto que nada más ver la noticia pensé en él. Puede que me odiara, pero siempre les hacía pagar a los que me hacían daño. Si resultaba ser cierto que él había tenido que ver eso significaba que había vuelto a meterse en líos.

Y no me gustaba un pelo.

Terminamos de comer y nos fuimos del restaurante después de que cada uno pagara lo suyo.

Me había sentido sorprendentemente cómoda con Kaden a mi lado. Su colonia masculina invadió mis sentidos y aunque mi corazón latía alocado mi cuerpo se relajó con su simple presencia. Cuando contamos anécdotas de nuestra infancia sentí que había vuelto ocho años atrás, me sentí bien y cómoda. Y me alegré de que él también participara en la conversación.

Todos nos despedimos fuera del establecimiento. Kaden se acercó y me dio otra sorpresa. Besó mi mejilla fugazmente antes de despedirse de sus amigos, dejándome atontada en mi sitio.

Erick y Jules lo miraron como si fuese un bicho raro y seguramente yo también lo miraba así.

Me monté en el coche de mi hermano con una calidez extendiéndose por mi pecho.

Erick me miró fugazmente antes de volver a centrarse en la carretera.

-Te he visto bien con Kaden-comentó.

Me encogí de hombros.

-No podemos estar matándonos todo el rato.

Asintió.

-Me alegro de que ambos os comportéis como personas maduras.

Lo miré.

-Erick...¿crees que Kaden ha...?-comencé a decir pero me interrumpió.

-No tengo ni puta idea KeyKey-exhaló con pesadez. Tenía el ceño profundamente fruncido-Tendré que hablar con él. Aunque es cierto que no me sorprendería. A pesar de todo, haría cualquier cosa por ti.

No dije nada.

Tenía un nudo en la garganta.

-No quiero que vuelva a eso, Erick-susurré. Si Kaden volvía a meterse en cosas ilegales su carrera se iría a la mierda y quizá esta vez sí que entraría a la cárcel.

-Yo tampoco-respondió. Se pasó una mano por el pelo, tenía el cuerpo tenso y la mirada seria y preocupada-Te dejaré en casa y luego iré a la suya para hablar con él, ¿vale?

Asentí.

Solo esperaba que todo eso fueran imaginaciones nuestras.

A la mañana siguiente me levanté más tarde de lo normal. No había dormido bien ya que me había pasado la noche pensando en Kaden. Papá estaba leyendo una revista con una taza de café humeante en la mano y mamá tenía puesto un conjunto de deporte y hablaba por teléfono con alguien. No había rastro de mis hermanos y yo estaba loca por preguntarle a Erick si Kaden había tenido algo que ver con el asesinato de ese hombre.

-Buenos días-dije con la voz ronca.

Me senté en un taburete y le di un sorbo a mi chocolate caliente.

Mi padre me fulminó con la mirada y lanzó la revista en mi dirección. Fruncí el ceño y la sostuve entre mis manos. Se me aceleró el pulso y entendí inmediatamente el cabreo de papá. El titular de la noticia decía:

Tú y yo, por siempre (+18)Where stories live. Discover now