Tú y yo, por siempre (+18)

·Capítulo 29·

KADEN

Numerosos estudios afirman que la heroína es la droga más peligrosa y adictiva. Que te consume hasta que solo eres un desecho ansioso, adicto a la sustancia. Para mí, la heroína no tenía nada que hacer contra Keyla. Esta semana había podido aprender lo jodidamente enganchado que estaba a ella. Me pasaba los días de malhumor, no dormía, no comía y entrenaba más de lo indicado solo para saciar lo que quería saciar con ella. El cabrón de Jaden me tenía explotado y ahora sabía que seguía órdenes de Fisher. Esa semana había vendido más droga y estafado a más gente que en toda mi vida.

Les había contado a Ryan, Bratt y Hyun todo lo que estaba pasando y estaban intentando ayudarme a acabar con toda esa mierda. Debía parecer que me tenían comiendo de su mano pero a sus espaldas, junto con la ayuda de Nora, planeábamos tirar abajo todos los planes de Fisher. La policía no era una opción, pues yo también podría acabar mal.

Al fin y al cabo, todos éramos criminales.

Esta noche tenía planeado acompañar a Erick a la fiesta de un tal Brady, de tercer año de Derecho. Pero Jaden tenía otros planes. Debía asistir a un casino. El capullo había provocado al líder de otra banda y necesitaba de mis habilidades en el póker.

Caminé sobre el pasillo de mármol. Mi casa se encontraba sola y fría. Papá y Adele habían ido a una cena y mi hermana estaba en casa de Jessica.

Me detuve frente al enorme retrato colgado en la pared. De las pocas cosas que mi padre conservaba de ella. La figura esbelta de una mujer de cabello caoba, pómulos altos, cejas definidas y labios rojizos. Sus ojos achinados del mismo color que los míos sonreían pero escondían tempestad.

Elaine Red.

De orígenes humildes, saltó a la fama en el mundo del cine poco después de casarse con mi padre. Misteriosamente, murió al día siguiente de tenerme. Por una sobredosis a causa de una inminente depresión post-parto. Según los médicos justo después del parto comenzó a balbucear que no debería haberme tenido, que sería una mala madre y que estaría mejor muerta.

Respiré hondo y ajusté mi corbata.

Di media vuelta sintiendo un nudo en el estómago.

El casino se encontraba repleto de gente vestida de etiqueta. El ambiente olía a perfumes caros, bourbon y marihuana. Caminé entre la gente con seguridad, mis manos metidas en mis bolsillos demostrando serenidad y autoridad.

—Red—saludó Jaden cuando llegué a una de las zonas VIP. Su traje a medida no combinaba en absoluto con su diente dorado, sus tatuajes en el rostro y su aliento a maría.

Me senté en el único sitio libre, rodeado de hombres con expresión competitiva y sombría.

—Empecemos—dijo uno de ellos con una sonrisa petulante. 

Ay Kaden, en qué te metes. 

Os leo <3