EXTRA ESPECIAL DE NAVIDAD

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(Este extra se sitúa tres años después del nacimiento de Neal y Bridget)

ADVERTENCIA: +18.

KEYLA

La navidad es la época más feliz y a la vez más estresante para los padres, no me cabía duda.

Los mellizos ya tenían tres añitos por lo que sería nuestra tercera navidad consecutiva con ellos en casa. El día anterior los habíamos llevado a un parque de atracciones temático de navidad para que conociesen a "Papa Noel". Neal le había dado un tirón en su barba falsa y Bridget había llorado como una condenada cuando el pobre hombre le sonrió y le preguntó su nombre.

Sí, una experiencia inigualable.

Hoy era el día de Nochebuena y habíamos aterrizado en Nueva York el día anterior por la noche. Esa mañana se organizaba un evento navideño benéfico en Times Square. Habría puestecitos de comida, villancicos y actuaciones de todo tipo para recaudar dinero para los niños necesitados. No tenía ni idea de cómo diablos me había dejado convencer pero Jessica insistió en que sería buena idea hacer una actuación basada en la escena de "Mean Girls" donde cantásemos la famosa canción de Jingle Bells vestidas con una falda y tops diminutos de terciopelo rojo y gorros de Papá Noel. Al principio me negué en rotundo pero mi insistente amiga dijo que había muchos fanáticos de Mean Girls por todos lados y que podríamos recaudar un montón de dinero. Ayudar a quienes lo necesitaban era mi mayor debilidad...así que acepté.

Y allí estaba. Eran las diez de la mañana. Jules, Daisy, Kiara, Leah y yo estábamos en casa de Jessica maquillándonos y poniéndonos el diminuto disfraz de "Mamá Noel".

—Jessica, si esto sale mal, juro que publicaré en todos los sitios posibles la foto de tu cumpleaños—la amenazó Jules.

Jessica puso cara de susto mientras pintaba sus labios de un rojo intenso.

—Ni se te ocurra—la apuntó con un dedo—Si lo haces subiré ese video en el que sales dormida cantando la canción de Peppa Pig.

Mientras discutían, le pedí ayuda a Daisy para que me ayudara a ponerme el top. Desde que había dado a luz, mis pechos habían casi triplicado su tamaño. A Kaden le encantaba pero a mí no tanto. Cualquier cosa que me pusiera con escote me quedaba demasiado estrecha. Y, efectivamente, aquel minúsculo top me hacía un escote al más puro estilo "Kardashian". La enorme barriga que había llevado en su interior a dos bebés también había dejado algunas secuelas en mi estómago durante el primer año después de que naciesen mis hijos. Sin embargo, Kaden se ofreció a ser mi entrenador personal y tras varios meses de duro trabajo mi abdomen volvió a ser el que era o incluso más tonificado. Eso sí, entre los efectos del embarazo y el entrenamiento posterior había conseguido unas curvas más voluptuosas de lo que ya eran y más marcadas.

La verdad es que me sentía genial con mi cuerpo aunque a veces mi escote me generase dolores de cabeza.

—Jessica, ¿estás cien por cien segura de esto? —preguntó Daisy terminando de abrochar la cremallera de mi top con esfuerzo.

Auch...Los pechos me dolían horrores.

—Con estas botas seguro que nos damos de bruces contra el suelo—se quejó Leah intentando andar de manera decente con aquellas botas de latex y tacón de aguja—¡Este disfraz ni siquiera tiene que ser adecuado para los niños! 

Jessica suspiró con pesadez.

—Dejad de quejaros de una vez, ¡por Dios! Pensad en los niños necesitados, joder.

—Podemos hacer otras cosas que no impliquen ponernos en ridículo, Jess—agregó Kiara colocándose el gorro de Papá Noel—Keyla podría recitar algunos fragmentos de sus libros, por ejemplo. Seguro que a la gente le encanta.

Tú y yo, por siempre (+18)Where stories live. Discover now