Después de algunas palabras del rey como discurso de apertura, algunos protocolos más y de que se realizaran los sorteos correspondientes, los primeros combates empezaron.
La verdad, todo el proceso fue bastante enriquecedor para el pecoso, pues nunca había tenido la oportunidad de presenciar un torneo, menos aún uno que reuniera tantos estilos diferentes de combate.
Realmente el despliegue de habilidades era algo único.
Pero, debía admitir que entre esa amplia cantidad de competidores, dos eran los que más resaltaban del resto. Y no solo por su pulida técnica, sino por sus aplastantes victorias.
Uno era obviamente Katsuki.
Y es que aunque Izuku ya sabía que el cenizo era muy hábil y lo había comprobado de primera mano... Simplemente verlo en un verdadero combate era diferente, sobretodo si el oponente (a diferencia de él) si tenía experiencia y sabía manejar adecuadamente sus armas.
No podía sino mirar con admiración cómo cada uno de los movimientos del cenizo estaba fríamente calculado y ejecutado a la perfección. Era impresionante ver cómo sin importar a la técnica contra la que se enfrentara, siempre terminaba ganando.
Por otro lado, el segundo competidor que estaba causando furor, era un chico con capa verde y un escudo de serpientes. Sí, el mismo escudo que antes le había causado cierto repelús. Pero tenía que admitir que por mucho que ese objeto le pusiera de los nervios, el estilo sigiloso del pelinegro era algo fascinante.
La mayoría de sus oponentes ni lo veían atacar hasta que era muy tarde y terminaban completamente noqueados en cuestión de un par de minutos.
— Tks, ya quiero poder borrar esa odiosa sonrisa de su cara — refunfuñó el príncipe a su lado, mirando el combate.
Izuku se guardó una carcajada al ver el odio con el que el rubio miraba al pelinegro en el centro de la arena.
Le parecía hilarante cómo Katsuki detestaba tanto a alguien con quien solo había intercambiado un par de palabras.
Claro que para desgracia de la sed de pelea del rubio, ambos habían acabado en bloques contrarios durante el sorteo, por lo que tendrían que esperar a la final para poder combatirlo (porque como iban las cosas, era claro que el torneo iba a terminar con ellos dos).
— Me imagino que él piensa lo mismo Kacch- Su alteza — comentó, cubriendo rápidamente su desliz.
Casi vuelvo a meter la pata pensó mirando como algunas personas se habían volteado a mirarle. Qué complicado es guardar las formalidades.
— ¿Ah si?¿Te parece que mi sonrisa es odiosa? — preguntó Katsuki ignorando completamente el desliz del más bajo.
Izuku no pudo responder porque el príncipe fue convocado por uno de los guardias, ya que nuevamente era su turno.
Antes de que se fuera, el peliverde le entregó su escudo y lo observó acercarse al centro de la arena para enfrentarse a su nuevo oponente.
Sin embargo, aunque la conversación había quedado inconclusa, Izuku se quedó pensando en la pregunta.
Aunque no le podía ver el rostro por el yelmo, podría apostar lo que fuera a que cada que Katsuki veía a su oponente caer, tenía encima esa sonrisa arrogante que ya conocía muy bien.
En realidad...su sonrisa es bastante atractiva..
— Disculpa — un chico con una extraña figura de rayo en su cabello, le habló — ¿Te molesta si me siento? — preguntó apuntando el lugar a su lado.

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Target: Destiny
FantasíaIzuku es un joven mago en un reino que prohibe la magia. Pero su corazón de oro y su necesidad de ayudar a los demás pone su secreto en peligro constantemente, sobretodo en una aldea tan pequeña. Por ello viajará lejos de su tierra natal para tratar...