¿Cuál es tu problema?

85 6 0
                                    

— Te lo dije — la voz de Luke es suave. Ambos nos estamos observando los entrenamientos desde el balcón que se encuentra en la parte de arriba de la zona de boxes. El aire es fresco y es bueno tener una vista panorámica del circuito. Los autos dan vueltas, el ambiente es más tranquilo que en día de carrera. Viene a mí el recuerdo de Luke advirtiéndome sobre los pilotos de Ferrari. Ahora pienso que he sido una completa tonta al no haber tomado en consideración las palabras de mi hermano. Quien más sabría como es que los pilotos tratan a las personas, Luke claramente ha crecido observándolos y entendí muy tarde que su consejo solo era para ayudarme.

Después de mi "incidente" con Charles, Luke no pregunto nada. Me acompañó toda la tarde e incluso pasamos un tiempo de hermanos viendo películas, obligándome a olvidar todo lo sucedido con el monegasco. Siento mis mejillas arder cuando veo el auto de Charles pasar frente a nosotros. Ambos observamos la pista, hablamos sin hacer contacto visual.
— Lo sé — suspiro — ahora puedo entenderlo.
— No quiero que te lastimen Ann — continúa mirando a la nada.
— Creo que ya es muy tarde — suelto una risa nerviosa. En el fondo sé que en gran parte la culpa es mía, por dejar que la gente se aproveche de lo mucho que doy. 
— Charles es un idiota — suelta un bufido —creí que esta vez sería diferente — se recarga sobre el barandal — pero siempre hace lo mismo.

Sus palabras me confunden, volteo en su dirección esperando encontrar respuestas en su rostro, pero sigue mirando a la nada.
— ¿De qué hablas? — frunzo el ceño.
— Vamos Ann — sus ojos cafés se clavan en los míos — es más que obvio que Charles siente algo por ti.
Quisiera ver mi rostro en este momento, parpadeo varias veces pues el nerviosismo invade mi cuerpo, esta vez planto mi vista de nuevo en la pista bajo nosotros.
— No sé de qué estás hablando — coloco un mechón de cabello detrás de mi oreja. La risa explosiva de Luke me toma por sorpresa.
— Esto solo me confirma que tú también sientes algo por él — quiero huir — Ann, es tan obvio que ambos se gustan — siento su mirada sobre mi rostro — la forma en que te mira, el que últimamente estés desaparecida y actúes tan extraño.
— He sido una tonta — cruzo mis brazos recargándome en el barandal. Me da vergüenza pesar que Luke me viera tan... encariñada con el monegasco.
— No te sientas así — coloca una mano sobre mi hombro — debí advertirte más sobre él. Lamento no haber intervenido antes.

Siento su tacto tan suave y reconfortante. No quiero pensar en las repercusiones de mis actos  si todo esto hubiera llegado más lejos, si lo que creí tener con Charles hubiera llegado a más. La carrera de Luke estaría en peligro y todo por lo que ha trabajado mi hermano se habría terminado. No quiero eso para Luke, tampoco quiero que se sienta culpable. Quiero decirle que no necesita defenderme, que puedo luchar mis batallas sola pero nada sale de mi boca.

— Con Carlos es diferente... ¿cierto? — lo veo tan rápido que me lastimo el cuello — a él le gustaste desde el primer día, ese chico no puede esconder sus sentimientos — Luke comienza a reír.
— Solo somos amigos — niego levemente con la cabeza — no creo que Carlos guste de mí.
— Ann... ¿de verdad eres tan ciega? — eleva una ceja — es raro ver a Carlos hacer cosas por una chica, no es usual en él.
Miro en dirección a la pista, el coche de Charles esta siendo retirado de la pista. Un poco de preocupación se planta en mi pecho pero se aleja rápidamente al ver al monegasco caminar de regreso al garage de Ferrari.

— Demonios — Luke suena molesto — seguro es otro problema con la fuente de energía.
Pasa una de sus manos por su cabello un tanto frustrado, entiendo que está hablando sobre el auto y su funcionamiento. El monoplaza de Carlos pasa volando frente a nosotros y me aterra un poco pensar que el español tuvo mejor suerte que Charles para los entrenamientos.

Es día de clasificación y solo espero no haya incidentes en la pista. No he vuelto a cruzarme con Charles, no he estado en el sitio de siempre para apoyarlo, ya no más. No espero que vuelva a llamarme o enviarme mensajes, tampoco espero que vaya a mi puerta a disculparse pues ya perdí todas mis esperanzas. Si bien la punzada de dolor sigue presente cada que recuerdo el motivo de nuestro distanciamiento, no puedo olvidar los sentimientos que aún revolotean en mi estómago cuando su imagen viene a mi mente. Estoy empezando a acostumbrarme a la idea de que nunca nos conocimos.

FOR YOUR EYES ONLY (Charles Leclerc fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora