Cena en familia

124 6 1
                                    

— Así que... — Charles coloca sus codos sobre la mesa cruzando sus brazos — no recuerdas nada de anoche — pregunto un tanto ansiosa por su respuesta.
Frunce su ceño sumamente confundido. Era obvio que de tanto alcohol solo recordaría el incidente de Pierre tomando su celular para llamar a su nueva "amiga".
— La verdad — toma una pausa — no recuerdo mucho de anoche.
No es que quiera que recuerde nuestra conversación, o más bien sus palabras. Me duele un poco el hecho de que haya olvidado que me quería ahí junto a él. Decido no insistir por el bien de los dos. Charles parece despreocupado por lo que me digo que estoy sobrepensando las cosas y no quiero continuar mal interpretando sus intensiones conmigo. Es muy claro, solo quiere una amiga como apoyo emocional, pero... ¿qué hay de mí?
— La fiesta se escuchaba divertida — mencionó tranquilamente, tomo un sorbo del té que me han traído junto a la comida.
— No estuvo tan mal — pincha con su tenedor los restos de verdura en su plato — te habrías divertido.
Lo observo esperando algún tipo de mirada retadora, sigue concentrado en su comida.
— ¿Lograste descansar? — menciona antes de tomar un trago de su bebida. Me sorprende que recordara el hecho de que estaba cansada, después de todo si estaba escuchando. Por otro lado... ¿estará recordando su berrinche de anoche?
— Para nada — decido bromear un poco — un tipo francés no paraba de llamarme cada 5 minutos — se ahoga un poco con el agua, tose al mismo tiempo que ríe.
— Enserio... lo lamento mucho — le ofrezco una servilleta y el la toma de inmediato limpiando un poco su boca.
— Descuida, me lo cobraré algún día — sonrío complacida. Entiendo que esto será todo referente a "anoche" y que no mencionará nada en cuanto a su creciente necesidad por tenerme en la fiesta. ¡Vamos Ann, deja de pensarlo!
Su sonrisa es tan grande que me provoca cosquillas en el estómago.
— Por cierto, felicidades por la carrera — había olvidado felicitarlo esa noche por su gran triunfo, en realidad nunca tuvimos oportunidad.
— Gracias — la alegría llena sus ojos.
— La última vuelta fue... cardíaca — recuerdo estar viendo las pantallas en el garage, Carlos y Charles no paraban de pelear por la primera posición. Mentiría si dijera que no grite un poco cuando la bandera a cuadros bajo indicando la victoria del monegasco.
— Sí, Carlos siempre da carrera — su semblante se ensombrece un poco.
— Carlos es rápido — error, me observa aún más serio — pero tú eres veloz.
Que buen juego de palabras, bien ahí Ann, bien ahí. Parece que acabo de tocar una fibra sensible.
— ¿Tú y Carlos son amigos? — pregunta sin una pizca de agrado, está fastidiado lo puedo sentir.
— Sí... eso creo — las palabras tiemblan en mi boca. Trato de terminar con mis alimentos lo antes posible. Espero él decida dejar el tema y no generar un drama.
— Pasan mucho tiempo juntos... ¿no? — ahora entiendo que desde su percepción así parece, pues siempre que Carlos está conmigo nos encontramos con Charles.
— Para nada — tomo un poco de agua — es solo coincidencia.
Le quito importancia al asunto. Ahora pienso que quizá sí esté pasando más tiempo con Carlos de cierto modo, no es mi culpa, Carlos siempre esta ahí.
Necesito distraer a Charles, el chico pareciera estar teniendo una guerra interna.
— Estaba pensado que podríamos compartir canciones — su semblante se suaviza — ya sabes, para distraernos un poco y conocer más de los gustos del otro.
Evito mirarlo demasiado, no quiero perderme de nuevo en aquellos ojos verdes.
— Eso suena bien — disfruta de mi propuesta.
— ¿Cuál es tu grupo o cantante favorito? — pregunto observándolo pasar una mano por su cabello.
— Fácil, el mejor grupo del mundo... Coldplay.
Ahora yo me ahogo con el agua, toda esta situación es tan extraña. Algo de emoción crece en mi pecho, puedo sentir mis mejillas arder.
— Estas jugando — frunce el ceño — Coldplay es mi banda favorita de todos los tiempos.
Sí, me emociona tener algo en común con él. Algo en lo que podamos conectar más allá de las conversaciones juguetonas y la necesidad de la presencia uno del otro.
— Sabía que tenías buenos gustos — su risa es música para mis oídos, las arrugas regresan al contorno de sus ojos, así sé que su felicidad es pura.
— ¿Canción favorita? — necesito saberlo.
— Difícil decisión — aprieta los labios pensativo — creo que me quedare con The Scientists pero vamos... es Coldplay.
Lo sé, si te gusta Coldplay no te puede gustar una sola canción. Sus letras llegan al corazón.
La sonrisa en mi rostro es evidente y él parece contagiarse de mi emoción, estamos disfrutando del momento. Eleva ambas de sus cejas en mi dirección indicando mi turno de contestar a la pregunta.
— Yo estoy casada con Clocks, es mi himno personal — sí, es una buena canción.
— La legendaria Clocks, amo tocarla en el piano.
¿Toca el piano? Quisiera ver al Charles pianista. No hay nada más romántico que un chico que toque el piano.
— ¿Tocas el piano? — pregunto y el asiente orgulloso.
— Es más como un hobby, pero me da muchísima paz — es increíble que este chico tenga tantas habilidades. Piloto de Fórmula 1, músico... ¿qué más Charles?
— Eso no lo esperaba, tendrás que tocar Clocks para mí algún día — rio sin mirarlo y apenas me doy cuenta de lo que acabo de decir, la pena comienza a llegar.
— Será un placer tocar para ti — me atrevo a verlo a los ojos, aquel brillo no los ha abandonado. Me sonríe coqueto, percibo que se siente como si fuera un triunfo.
— Ahora... ¿por qué clocks? — oh vaya aquí vamos.
— Sinceramente... no lo sé — suspiro — cuando la escucho siento que mis problemas se terminan, si tengo un mal día escucharla me hace sentir mejor. Es mi marca personal de medicina — sonrío levemente — si estoy triste solo pongo Clocks.
Suelto una risa nerviosa pues no tengo idea de cómo seguir esta conversación. Cuando se trata de hablar sobre mí, me es complicado abrirme.
— Vaya, entonces sí te gusta Coldplay — me extraña su comentario.
— ¿Dudabas de mí? — toco mi pecho indicando cuanto me ha ofendido.
— Solo un poco — golpeo levemente su brazo y él no para de reír. Charles decide hacerse el gracioso.
— Quizás debí guardar tu número como Clocks.
Vuelvo a golpear ligeramente su brazo mientras muere de la risa. Esta vez lo hago con la mano abierta deslizándola lentamente por su brazo.
— ¡Basta! — me rindo y comienzo a reír a la par de Charles. Noto que mi mano permanece más de lo debido ahora en su antebrazo, él también lo nota, su mirada cae sobre mi extremidad en tacto con su figura. Retiró la mano rápidamente y comienzo a sentirme incomoda. Busco fijar mi atención en cualquier otra cosa que no sea él, sé que me observa.
— ¿Has ido a uno de sus conciertos? — me remonta a uno de los momentos más bonitos de mi vida.
— Claro — sonrío feliz — estaba haciendo un par de prácticas en México cuando me enteré de su última gira. El concierto ahí fue de otro mundo.
Sigue sonriendo un tanto sorprendido. No supe en que momento los platos desaparecieron de la mesa, estamos tan sumergidos en nuestro pequeño mundo que apenas notamos al resto de la gente.
— Deberíamos asistir a uno de sus conciertos juntos — suelta las palabras sin preocupación alguna, me mira esperando una reacción. ¿Cómo será ir a un concierto de Coldplay con Charles? ¿Cómo será pasar un día completo con Charles?
— Algún día Letritas.
Nuestras miradas conectan por milésima vez en el día, siento que podría entrar a su cabeza y mover algunas cuantas neuronas. ¿Por qué no recuerdas la conversación Charles?
Mi celular comienza a sonar indicando una llamada. Parpadeo varias veces, saco de mi bolso el aparato viendo en la pantalla el nombre de Carlos. Volteo en dirección a Charles quien me ve atento, solo espero no viera de quien se trata.
— Disculpa, necesito contestar — asiente rápidamente y me apresuro a salir del restaurante del hotel.

FOR YOUR EYES ONLY (Charles Leclerc fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora