FOR YOUR EYES ONLY (Charles Leclerc fanfic)

31. ¿Pareja?

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Entertainment- Phoenix

Disfruten del capítulo
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Las puertas del ascensor se abren. Salgo al lobby del hotel buscando con la mirada la figura de Carlos. Observo al español sentado en una de las pequeñas salas que conforman el lugar, revisa algo en su celular, no se ha dado cuenta de mi presencia.
— Lamento la tardanza, Carlos — habló lo suficientemente alto para que me escuche.
Al parecer lo tomo por sorpresa, se ve un poco asustado.
— Por todos los cielos, Rivers — coloca una mano en su pecho — me has asustado.
Ambos comenzamos a reír, Carlos se levanta de su asiento guardando su celular en uno de los bolsillos de su pantalón. Me evalúa de pies a cabeza, se asegura que le haya hecho caso y me pusiera "guapa" como tanto quería. No es que solo quiera complacerlo pero, cuando te gusta alguien siempre quieres verte bien.

— Eres un sueño — sus palabras me toman desprevenida, aclara su garganta  — te ves muy linda.
Mis mejillas se ponen rojas, puedo intuirlo. De nuevo me he puesto un vestido pero está vez un tanto largo. Carlos continúa mirándome como si fuera algo de comer.
— Gracias — no sé qué más decir, es la tercera vez que me pongo nerviosa frente a él — tú siempre tan guapo — y es verdad, esta vez trae puesto un pantalón blanco en conjunto a una playera negra, el negro le sienta bastante bien.

Sonríe mostrando los dientes, baja la mirada pero eso dura solo unos segundos. Extiende su mano en mi dirección, quiere que la tome.
— Vamos — miro su mano a la vez que observo su rostro algo dudosa — no muerdo, Ann — Carlos me hace reír.
Tomo rápidamente su mano pues ya no quiero hacerlo esperar más. Me lleva consigo entrelazando sus dedos con los míos, algunas personas alrededor nos observan y aquello me pone algo ansiosa.
— Carlos, nos están viendo — me acerco todo lo que puedo a su costado, susurrando.
— Tranquila, solo ignóralos — trata de darme un poco de confianza — concéntrate en mí, no dejaré que nada pase.

Me enternece la manera en que siempre está buscado cuidarme. Ahora que lo pienso, es el único que se toma la molestia en preguntar cómo estoy cada que tienen oportunidad. Charles no hace eso y en ocasiones quisiera que lo hiciera. Carlos camina sin importar nada, no parece preocuparle lo que la gente pueda decir de él, debe estar acostumbrado.

El trayecto en su auto es de lo más tranquilo. Si bien al subir, alguno que otro fan se acercó para pedirle una foto, no hubo problema alguno. Carlos se aseguro de abrirme la puerta y dejarme segura en el asiento del copiloto. Es medio día por lo que el sol ilumina todo y el clima se espera sea bueno. Carlos decide llevarme a un restaurante al aire libre al otro lado de la ciudad en donde podremos tener algo de privacidad. Como es de esperarse, ha elegido comida italiana y aquello no me molesta. La terraza en la que nos encontramos en sumamente agradable.

— ¿Te encanta la pasta, eh? — pregunto divertida.
— Me has descubierto, Rivers, podría comerla cada segundo de mi vida — la risa que brota de su garganta es cautivadora.
— ¿Lograste dormir? — me atrevo a preguntar, no quisiera dar tantas vueltas al asunto pero es la única forma que tengo de hacer conversación.
— Dormí un par de horas, si... pero alguien me dejo con la cabeza revuelta — Carlos me observa — no logré sacarte de mi mente.
Mis ojos caen sobre los suyos, siento el calor subir por todo mi cuerpo. Quisiera decirle que yo tampoco pude sacarlo de mi mente pero, Charles se interpuso en mis sentimientos.