Te amo

100 7 0
                                    

— ¡Ann! — escucho mi nombre a lo lejos, parpadeo varias veces acostumbrándome a la luz que proviene de las ventanas de la habitación. Froto con mis manos mi rostro tratando de obtener un poco de claridad. No recuerdo el momento en que me quedé dormida.
— Ann se que estás ahí... ¡abre la puerta! — frunzo el ceño sumamente confundida. Sabía que en algún momento vendría a buscarme solo que esperaba no fuera tan caótico y ruidoso. Tuve suficiente tiempo y descanso para dejar atrás un poco de la tristeza que gracias a Charles tengo que soportar. Los golpes que da en la puerta me ponen los nervios de punta, si tan desesperado está debería derribar la puerta. Eso es imposible Ann, es más probable que se de por vencido a seguir intentando.

— No me iré de aquí hasta que me abras, no importa si tengo que faltar a los entrenamientos — parece haber leído mi mente. Me estoy tomando mi tiempo antes de abrirle la puerta a la tempestad. La sensación de odio dentro de mi pecho no me suelta, se aferra cual garras a la carne y esto no me ayuda si voy a enfrentar a Charles. Sus golpes continúan, me recuerdan al sonido de mi celular antes de quedarme dormida; un zumbido constante. Me levanto de la cama arreglando un poco mi apariencia, acomodo mi ropa y peino mi cabello con las manos.
— ¡Maldita sea, Ann! — mi sangre comienza a hervir, siento mis mejillas calentarse y dejo de pensar por unos minutos. La furia me controla mientras camino a paso apresurado en dirección a la puerta. La abro de golpe tomando por sorpresa Charles que se nota sumamente abatido y exasperado.

— ¿Qué quieres Charles? — no evito sonar furiosa, sus ojos chocan con los míos y algo de miedo se asoma en ellos al sentir mi energía agitada. Abre la boca buscando las palabras pero no emite sonido alguno. Me cruzo de brazos tratando de mantenerme tranquila; de no caer de nuevo en la tristeza y el llanto.
— Ann... — suelta un suspiro e intenta acercarse extendiendo una mano en mi dirección, busca mi contacto pero yo retrocedo. Mi acción lo lastima, frunce el ceño y aprieta los labios, duda de su siguiente movimiento. No se da por vencido, intenta tocarme de nuevo y yo vuelvo a retroceder.
— No hagas eso... por favor no me hagas esto.
Suelto una carcajada, no puedo evitar pensar en la ironía de sus palabras. El brillo en sus ojos aumenta y siento el calor adentrarse en los míos.
— ¿Qué cosa Charles? — elevo ambas cejas — alejarme de ti es lo único que puedo hacer ahora.

Sigo con los brazos cruzados, forzándome a mantener la vista en su rostro. Mis palabras terminan por romper algo dentro de él. Suelta un bufido, aprieta los labios y pasa una mano sobre su cabello sumamente frustrado. Vuelve a posar su mirada en mí y esta vez siento un poco de frío.
— Ann — su tono grave me causa escalofríos — déjame explicarte — vuelve a acercarse pero no se lo permito.
— ¿Cuándo ibas a decirme? — trato de buscar una respuesta coherente, pero sé que todo me llevará a una sola cosa; Charles tiene a alguien más — ¿tenías pensado decirme o querías mantenerme bajo tu engaño por mas tiempo?

— Ann... — comienza a impacientarse y esta vez logra tocarme. Se planta frente a mi apretando mis brazos, trato de alejarme pero la presión que ejerce es bastante. He dejado de mirarlo a los ojos pues a esta cercanía estoy segura que podría leer mi alma. Busca conectar su rostro con el mío pero yo sigo mirando al suelo, pega su frente al costado de la mía, quiere conseguir lo que ya no le daré. Tengo tantas ganas de empujarlo, de obligarlo a salir de la habitación. Alejarlo y decirle que no vuelva nunca más, pero su tacto sobre mi piel me debilita y las lagrimas comienzan a salir de mis ojos.

No es momento de ser débil Ann, si no hablas ahora él habrá ganado y tú seguirás siendo una completa tonta.

— No voy a ser tu segunda opción — comienzo a hablar más lento de lo que quisiera — no seré la chica que puedas tener cada que te sientas frustrado — Charles intenta buscar mis manos, me aferro aún más a mi figura intentado ocultarlas de su tacto — no pienso ser algo que puedas usar y desechar cuando se te de la gana... no pienso ser la tercera parte de una relación.

FOR YOUR EYES ONLY (Charles Leclerc fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora