FOR YOUR EYES ONLY (Charles Leclerc fanfic)

33. Azul

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¡Disfruten el capítulo!

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— Así que, decidiste romper una de nuestras promesas — Charles mira al suelo decepcionado.
— No significa nada Charles, simplemente pasó, solo trata de entender — intento tomar una de sus manos pero se levanta tan rápido que casi golpea mi brazo.
— No Ann, creo que no lo entiendo — su mirada se ensombrece y el miedo me consume de a poco — Pensé que teníamos un acuerdo.
— Charles, tú y yo solo somos amigos, esto no debería de importar — hablo tan calmada como puedo.

— ¿¡Solo amigos!? Es una maldita broma — su expresión cambia, parece que está sufriendo y los ojos que me lanza me hacen temblar el corazón — Creí que eso sería momentáneo, que tú... tal vez... esperarías.
— Charles, prometimos ser amigos, ir lento. Solo así sabremos si podemos funcionar en el futuro — froto mis manos en mi pantalón.
No quiero decir otra cosa y que su reacción sea aún más intensa — Trata de entender, por favor.

Me levanto del pequeño sillón, Charles baja los hombros dándose por vencido. Rodeo con mis brazos su cuerpo, lo tomo por completo desprevenido. No da pelea, me deja arrastrarlo hacia mi calor. Por ahora no hay otra cosa más que hacer, abrazarnos es la única opción que tenemos para no salir lastimados. Charles se queda inmóvil, no me abraza, no hace el intento de nada.

— ¿Lo amas? — su pregunta me saca de lugar, no esperaba que él quisiera saber eso, pienso que no. Sigue sin abrazarme, Charles me permite estar cerca de él pero su cuerpo de a poco me rechaza. Tengo que hacer algo antes de que ambos regresemos al mismo sitio en el que estábamos hace un par de semanas.
— Carlos me gusta, pero eso es todo — y esa es la pura verdad, no sé si podré llegar a sentir algo más fuerte por Carlos, aún es muy pronto para muchas cosas. Estoy muy confundida eso es seguro. La tensión en su cuerpo comienza a disminuir, siento sus músculos relajarse y eso me da oportunidad de volver a reforzar mi agarre.

— A la mierda — Charles bufa — No sé lo que pasa conmigo — cuando pienso que me soltara y saldrá de la habitación cual tormenta, el chico de ojos verdes por fin me rodea invitándome a hundir mi cabeza en su pecho — Lo siento Ann — suspira — A veces soy un cabeza hueca — suelto una risa.
Por ahora puedo respirar, Charles comienza a recobrar el sentido y eso me hace feliz. Solo necesitamos de una oportunidad para hacer que todo esto funcione.

— Aún así me gustas, Letritas — Charles ríe sobre mi cabeza y el sonido a través de su pecho es impresionante.
— Creo que debo aprender a que no siempre tendré el control de las cosas — vaya ese si que es un gran cambio — No puedo controlarte, así como no puedo controlar lo que siento por ti — una sonrisa tonta se planta en mi rostro, Charles no puede verla pues estoy muy cómoda entre sus brazos.

— Gracias por entender — ahora veo que de vez en cuando hay que premiar a este chico. Salgo de mi escondite para dejar sobre su mejilla un beso ligero y húmedo. Ambos sabemos que si no queremos perdernos uno al otro, las peleas tontas y el enojo deben ser de lo más mínimo, o en todo caso, acabar de cualquier forma.

Me separo de Charles aunque él ejerce un poco de presión manteniéndome cerca. Lo miro a los ojos esperando que el brillo que tenían antes no haya desaparecido; no lo ha hecho.
— Me costará mucho tratarte como amiga sabes — hace un puchero — pero si eso significa que al final estaremos juntos — sus ojos se vuelven más azul que verde — creo que voy a intentarlo — Charles sonríe y me gusta esta versión de él. Es un gran cambio comparado con sus actitudes del pasado, pero para que algo resulte bien se necesitan dos partes. Quizás yo deba cambiar mis actitudes también. Charles entrelaza sus dedos con los míos, se queda muy atento viendo nuestro tacto tan ligero.