¿ Beny jr o Simo ElRifi ?

El encuentro

Seguía en estado de shock por lo que me había dicho mi primo mientras recorríamos las calles de L'Hospitalet hasta llegar a La Florida, un barrio conocido por su ambiente conflictivo y donde se podía conseguir cualquier tipo de droga. Nos bajamos del coche y nos acercamos a un grupo de chicos que escuchaban música a todo volumen.

David:
¿Qué pasa, colegas? como va?

Omar:
Aquí estamos, a tope. ¿Cuánto tiempo sin verte, khay? Y esta morena guapa, ¿quién es?

David:
Esta es mi prima Aida. Acaba de mudarse aquí, pero cuidado con los ojos, que solo tiene 17 añitos.

Omar:
¿Y la traes aquí? ¿No te importa lo que pueda ver o decir? No entiendo cómo confías tanto, hermanito.

David:
Para nada, hermano. Mi prima no es chivata. Nunca dice más de lo necesario, ¿verdad, Aida?

Aida:
Claro, no diré nada.

Omar:
Muy bien, Aida. Aquí no nos gustan ni los maderos ni los chivatos, así que mejor que te calles, bonita. Mira, allí vienen Beny y Morad con lo tuyo, khay.

De repente, se acercaron dos chicos más a donde estábamos. Parecían tener unos 22 o 23 años, como mucho. Uno de ellos sonreía, y tenía la sonrisa más encantadora que jamás había visto.

Beny:
¿Qué pasa, Omar? ¿Khay, David? ¿Cómo va todo? Aquí está lo tuyo.

Morad:
¿Y quién es esta morena? No nos habías dicho nada.

Omar:
Es la prima de David. Tranquilos, no es una chivata. La tengo controlada.

David:
Así es, os preocupéis. Sé lo que hago. ¿Cuánto es esto, hermanitos?

Morad:
Estás loco, khay. ¿Cómo se te ocurre preguntar eso? Si no fuera por tu padre, estarías en el talego con los maderos. Lo que quieras, hermano, para ti es gratis.

David:
No me digas eso, Morad. Sabes que el dinero no es un problema para mí. Dime cuánto es.

Beny:
No, hermano, en serio. Esta vez no te cobramos. Ya hablaremos la próxima vez. Por cierto, esta noche cantamos en Shôko. ¿Quieren venir tu prima y tú? No sé si le gustará nuestra música. Tiene pinta de pijita.

Aida:
Claro que iremos,Y de "pijita" no tengo nada, guapo.

David:
De acuerdo, hermano. Estaremos allí esta noche. Muchas gracias por todo.

Morad:
A ti, al khaua. Te debemos mucho.

Continuamos nuestro camino con una mezcla de emociones. Estaba intrigada por la noche que nos esperaba en Shôko, David parecía tener una conexión especial con estos chicos del barrio.