¿ Beny jr o Simo ElRifi ?

Reconciliación

Esa misma noche decidí que era hora de dejar de lado el resentimiento y darle a el amor una oportunidad más. Comprendí que todos cometemos errores y que era completamente normal no querer hablar de un pasado que le avergonzaba.

En una noche estrellada, mientras el resto del grupo disfrutaba de un merecido descanso en el chalet, me dirigí al cuarto de Beny. Mi corazón latía con fuerza, lleno de esperanza y anhelando la conexión íntima que habían compartido antes de que todo se desmoronara.

Aida: (susurra) Beny, puedo entrar?

Beny: (con voz suave) Por supuesto, Aida. Siempre serás bienvenida, ya lo sabes.

Aida: No está Issam?

Beny: Se a tenido que ir a casa con nuestros padres, volverá mañana por la mañana.

Sin decir una palabra más nuestros cuerpos se acercaron lentamente, como si el deseo y la pasión nos atrajeran magnéticamente.

Cada caricia y cada beso hablaban de perdón y un deseo inmenso de volver a estar juntos y no separarnos jamás.

La habitación se llenó de susurros apasionados y gemidos de placer mientras nos dejábamos llevar por la intensidad del momento. Cada contacto era una expresión de amor y un recordatorio de la conexión profunda que compartíamos.

Nos perdimos en la noche, entregándonos el uno al otro en cuerpo y alma. La pasión los envolvía, borrando cualquier rastro de rencor y dejando solo espacio para el amor y el perdón.

No me podía creer lo que acababa de pasar. Beny me dio un beso en la frente y sin una sola palabra nos abrazamos y dormimos.

Al amanecer, envueltos en los brazos del otro, supimos que habíamos encontrado una nueva fortaleza en su relación. Nos miramos a los ojos y sonreímos, teníamos conexión en todos los sentidos, incluso en el sexo, que por primera vez habíamos descubierto.

Salí de la habitación de Beny con cuidado antes de que volviera Issam, me dirigí a la mía y cerré la puerta.

Más tarde bajamos todos a desayunar, acordamos que hoy íbamos a estar por el centro de Londres, comeríamos allí y iríamos de tiendas.

Después de comer nos encontrábamos en una tienda del centro, una chica llamada "Gigi" se acercó a nosotros. Beny la recibió con una sonrisa amistosa, sin saber que su presencia desencadenaría una serie de emociones complicadas.

Gigi: ¡Beny! , cuánto tiempo sin verte, te he echado tanto de menos.

Beny: Ey Gigi, cuánto tiempo, ¿Como estas?

Observe la escena con cautela, pero no pude evitar sentir una punzada de celos al ver la familiaridad entre ellos. Decidí no interrumpir su conversación y esperar a que Beny md presentara a Gigi.

Gigi: (mirando a Aida) Oh, ¿y quién es esta chica?

Beny: Gigi, te presento a Aida. Aida, ella es Gigi, una amiga de hace tiempo.

El "una amiga de hace tiempo" retumbó en mi cabeza varías veces.

Forcé una sonrisa y saludé a Gigi, pero su incomodidad era evidente. Decidí no dejar que la situación afectara el día y continúe con la búsqueda de compras.

Sin embargo, la curiosidad y el resentimiento comenzaron a nublar mi mente. Rudy y Briana, percibiendo la tensión, decidieron intervenir y contarme la verdad sobre Gigi.

Rudy: Aida, necesitamos hablar. ¿Recuerdas la canción que Beny llamada "Laila"?

Aida: (confundida) Sí, ¿qué tiene que ver con todo esto?

Briana: Resulta que Gigi es Laila, la chica a la que Beny le dedicó esa canción. Fueron pareja antes de que te conociera.

Sentí como si el suelo se abriera bajo mis pies. Las emociones encontradas de enfado, traición y confusión la invadieron. "Una amiga de hace tiempo" me sentí engañada y manipulada, y la imagen de Gigi y Beny compartiendo besos de amistad se agolpó en mi mente.

Sin decir una palabra, me alejé rápidamente, dejando atrás al grupo en medio de la tienda.

La confianza que había depositado en Beny se había fracturado.