¿ Beny jr o Simo ElRifi ?

Nueva vida

Aida (narrando): Los días pasaron rápidamente desde que recibí la noticia de que nos mudaríamos a Barcelona. El impacto inicial de la noticia se había desvanecido y ahora estaba llena de emociones encontradas. Me había dado cuenta de que, aunque extrañaría mi vida en Castellón, también era una oportunidad para empezar de nuevo, conocer nuevos lugares y personas.

Mientras organizaba mis pertenencias y preparaba las matrículas para la universidad, mi mente se llenaba de sueños y expectativas. Me imaginaba caminando por las calles de Barcelona, explorando sus rincones. Pero también me preocupaba dejar atrás a mis amigos, mi rutina y los recuerdos que había construido durante tantos años.

Amalia: Aida, ¿cómo vas con las matrículas?

Aida: Ya casi termino, mamá. Solo me falta ajustar algunos detalles. No puedo evitar sentir una mezcla de emoción y nostalgia por todo esto.

Amalia: Entiendo tus sentimientos, cariño. Mudarse es un cambio importante, pero también es una oportunidad para crecer y descubrir nuevas experiencias. Barcelona es una ciudad increíble, y estoy segura de que te encantará.

Aida (narrando): Las palabras de mi madre resonaban en mi mente. Ella había esperado pacientemente durante tantos años para volver a su ciudad natal, y ahora era mi oportunidad de compartir ese regreso con ella. Sentía una mezcla de gratitud y responsabilidad, sabiendo que era mi turno de apoyarla en esta nueva etapa de nuestras vidas.

Aida: Mamá, sé que esto es importante para ti. Quiero que sepas que te apoyo y que estoy emocionada por esta nueva aventura en Barcelona. Prometo hacer todo lo posible para adaptarme y aprovechar al máximo esta oportunidad.

Amalia: Eso significa mucho para mí, Aida. Siempre hemos sido un equipo, y estoy orgullosa de la persona en la que te estás convirtiendo. Barcelona nos brindará nuevas oportunidades y estoy segura de que encontraremos nuestro lugar allí.

Aida (narrando): Mientras continuaba preparándome para el cambio, una sensación de esperanza comenzaba a surgir dentro de mí. Sabía que no sería fácil dejar atrás lo que conocía, pero también estaba dispuesta a abrir mi corazón y mente a las nuevas posibilidades que Barcelona tenía para ofrecer.

A medida que el día de la mudanza se acercaba, mis amigos me sorprendieron con una despedida llena de risas, abrazos y promesas de mantenernos en contacto. Fue un recordatorio de que, aunque mi entorno cambiaría, las conexiones verdaderas permanecerían a pesar de la distancia.

El día de la mudanza finalmente llegó. Mientras subía al tren y nos alejábamos de Castellón, miré por la ventana con una mezcla de nostalgia y anticipación. Sabía que este era el comienzo de un nuevo capítulo en mi vida, lleno de desafíos y descubrimientos. Barcelona me esperaba con los brazos abiertos, y estaba lista para enfrentar todo lo que viniera.