Shôko

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David me llevó a casa para avisar a mi madre y que pudiera cambiarme. Decidí ponerme un vestido rojo ajustado que llegaba justo por debajo de las nalgas, junto con unos tacones negros de YSL con la suela roja y un bolso negro de la misma marca. Luego nos dirigimos de nuevo a casa de mis tíos para que David se cambiara. Después de eso, nos encaminamos hacia Shôko.

David:
Ya hemos llegado, Aida. Es un lugar donde se puede cenar y más tarde hay actuaciones en directo de Morad, Beny y Babygang. No sé si los conocías ya.

Aida:
La verdad es que no, no tenía ni idea de que existieran lugares así, pero me encanta la idea.

David:
La comida es japonesa, espero que te guste. Por cierto, tu madre me dijo que dormirá en mi casa esta noche. Cuando volvamos, estarás sola en casa. Recuérdame darte las llaves.Si quieres, puedes venir a dormir también a mi casa, no hay problema.

Aida:
¡Me encanta la comida japonesa! .Y no te preocupes por dónde dormiré, aún no ha empezado la noche. Ya iremos viendo.

Entramos en el lugar y nos sentamos en nuestra mesa. El camarero nos trajo la carta y me quedé boquiabierta al ver la cantidad de platos de sushi exóticos que nunca había probado. Terminamos de cenar y nos pedimos unas copas.

David:
Creo que tendremos que volver en taxi. Esto está súper cargado.

Aida:
Literalmente, sabe más a alcohol que otra cosa, pero está bueno. Se nota que es de calidad.

David:
Con lo que cuesta, más vale que sea de calidad. Vamos, acábate eso rápido que tenemos que subir al VIP.

Subimos por las escaleras a la zona VIP. Era lo más increíble que había visto. Apenas eran las 0:50 y la parte de abajo ya estaba llena de gente. Menos mal que estábamos arriba y solo había un grupo de chicos que reconocí de esta mañana y otros cuantos hablando en italiano.
Justo a la 1, salió Morad junto a un chico que no reconocía. Rápidamente, la multitud empezó a aclamar "Babygang, Babygang" y comenzó a sonar una canción llamada "Casablanca". La gente cantaba al unísono y con todas sus fuerzas. Al acabar la canción, Babygang se retiró y vi cómo subía hacia aquí y se dirigía al grupo de chicos italianos.
Rápidamente, Morad comenzó a cantar una canción, y cuando Beny se unió a él, las chicas enloquecieron. Se escuchaban más sus chillidos que sus propias voces. Siguieron con un par de canciones hasta que solo quedó Morad cantando y Beny subió hacia donde estábamos nosotros.

David:
Las tienes a todas locas, eh, Khay. Puedes tener a quien quieras.

Beny:
Ninguna de estas lumis me interesa. Solo buscan dinero y fama. ¿Qué tal, Aida? ¿Te ha gustado el concierto?

Aida:
La verdad es que sigo en shock. No pensaba que iba a ser tan genial ni que tuvierais tanta fama. Me he quedado totalmente sorprendida.

David:
Lo increíble es que no los conocieras de antes. Todas las chicas de tu edad están locas por ellos, sobre todo por el Simo.

Aida:
Simo, ¿quién es Simo?

Beny:
Soy yo, pero ni se te ocurra llamarme así nunca. Solo pueden llamarme así mis padres, mis hermanos y tu primo.

Aida:
Tranquilo, no te llamaré así, Simo.

Morad terminó de cantar una canción increíble llamada "Mamá me dice", mientras notaba la mirada de Beny clavada en mí por lo último que le dije. Morad abandonó el escenario y pusieron a un DJ normal y corriente.

Morad:
¿Qué pasa, chavales? Os veo muy serios. ¿No canto tan mal, no? ¡Camarero! ¡Saca unas botellas!

El camarero se acercó a nosotros con botellas de alcohol de todos colores y sabores, y todos empezamos a beber.

David:
Tú no bebas tanto, que eres muy pequeña aún.

Dijo David, apenas sosteniéndose en pie.

Aida:
Estás tú para hablar, que no sabes ni dónde estás. Anda, deja de beber.

Beny:
Hazle caso a tu prima, hermano. Ya vas muy mal. Queremos que todos terminemos bien la noche, no que acabes volcado. Y tú, Aida, deja de beber también, que vas por el mismo camino.

Aida:
Si tú lo dices, Simo.

Beny me cogió de la mano y me arrastró hacia la zona oscura del reservado sin que apenas nadie se diera cuenta. Se acercó a mi boca, quedando a solo 2 centímetros de distancia, y empezó a hablar.

Beny:
Mira, morena, te he dicho que no me vuelvas a llamar así, ¿vale?

Aida:
¿Y si no qué?

Beny:
No me hagas demostrártelo. Vamos.

Regresamos hacia donde estaban todos. Todos habíamos bebido, excepto Beny, quien estaba totalmente sobrio y no apartaba la mirada de mí. No me incomodaba en absoluto, pero sabía que solo era una niña de 17 años, y nunca se fijaría en mí.

David:
Aida, ya no puedo más. Cojo un taxi y voy a casa. Cuando acabes, pide un taxi y que te lleve directo.

Aida:
Vale, David. No te preocupes, ve y descansa. Buenas noches.

Mi primo se dirigió hacia la salida, y me quedé sola con ese grupo de chicos, bebiendo y bailando sin parar. Al llegar la hora de cierre, el único que seguía en pie era Beny, ya que no había bebido. Todos se fueron poco a poco a sus casas. Morad se fue con una chica increíble y al final solo quedamos él y yo.

Beny:
Vamos, ya es tarde para pedir un taxi. Ahora están todos llenos, yo te llevo.

Aida:
Si tú lo dices, Simo. Habrá que hacerte caso.

Noté cómo su mirada cambiaba. No era una mirada de odio, sino de deseo. Quería pensar que era solo mi imaginación debido a lo ebria que estaba. Salimos de aquel lugar y nos dirigimos a su RS6 de color gris oscuro.

¿ Beny jr o Simo ElRifi ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora