¿ Beny jr o Simo ElRifi ?

Mamá

Otro día más en mi casa, pero esta vez mi madre se plantó en mi habitación con una sonrisa de oreja a oreja. Y ahí vino el golpe.

Mamá: Oye, nena, tu novio Juan va a aparecer por aquí mañana. ¡Qué emoción!

No le había dicho a mi madre que ya habíamos dejado, y ahora resulta que Juan iba a venir a meterse en mi casa.

Aida: ¡Ni de coña, mamá! ¡Ya cortamos antes de llegar aquí! ¿En qué mundo se te ocurre decirle que venga?

Mi madre me miró con cara de sorpresa y trató de justificarse.

Mamá: Vaya, hija, te veía tan triste que pensé que podría animarte un poco...

Claro que estaba hecha polvo, todo el rollo con Beny me tenía loca. Ya llevábamos tres días sin saber nada el uno del otro.

Aida: Pues no, mamá. No tiene nada que ver con eso. Dile que cancele eso. Lo último que quiero es ver a Juan aquí. Si quisiera encontrármelo, hubiera quedado con el en Castellón y ya.

Mamá: Ups, lo siento, cariño. Voy a hablar con él y le diré que cancele el plan. Pero recuerda que siempre puedes contar conmigo para lo que sea.

Solté un suspiro de alivio, agradecida de tener a mi madre conmigo. Sabía que podía confiar en ella en los momentos difíciles. Como dice Morad, la mamá siempre primero.

Aida: Gracias, mamá. Sabes que siempre puedo contar contigo. Estoy pasando por un momento de mierda, pero lo voy a ir superando poco a poco. Ya verás.

Mi madre me abrazó apretado y me plantó un beso en la frente.

Mamá: Aquí estoy para ti, hija. Si necesitas hablar o desahogarte, ya sabes dónde encontrarme. Ahora, vamos a disfrutar del día juntas y a dejar los problemas .

Asentí, agradeciendo su apoyo incondicional. Decidimos aprovechar el día y salir de compras a un outlet de lujo que estaba en las afueras de Barcelona.

Cuando llegamos, no podía creer lo que estaban mis ojos. Ahí estaba Beny, enredado con una tía y partiéndose de risa. Corrí hacia mi madre, echándome a llorar como una magdalena, y le supliqué que nos fuéramos de ese sitio de una puta vez.