¿ Beny jr o Simo ElRifi ?

Cench

Estábamos de camino al concierto de Central Cee, todo el trayecto estuvo repleto de risas y de bromas hasta que finalmente llegamos a nuestro destino, fue  en ese momento cuando fui consciente de lo que iba a ocurrir en unos instantes, iba a conocer a Cench y los nervios empezaron a florecer en mi interior.

Aida: No me puede creer que esté viviendo esto chicos, no sé cómo agradecéroslo , ¡que emoción!

Me puse más nerviosa sabiendo que no iba a ser hasta el final del concierto cuando iba a conocerle, pero lo que realmente me sorprendió es que fue incluso mejor de lo que había soñado. 
A lo largo de las canciones noté en innumerables ocasiones los ojos de Cench fijados en mí mientras cantaba, no solo fui yo quien lo notó, Beny también fue consciente de ello. Cuando subió a cantar "Euroviosión" junto a Morad y Cench estaba más tenso que de costumbre, aunque pese a ello hicieron que fuera inolvidable.

Cuando acabó el concierto y nos reunimos  con Cench en un reservado en pleno Londres se me acercó con una sonrisa irresistible, pero había un percance, no era Beny, aún así no pude evitar sonreír como una boba cuando llegó hasta a mí:

Cench: Hola guapa, has venido con Morad y Beny, ¿verdad?

Aida: Hola, sí ellos me han traído -contesté más emocionada de lo que pretendía.

Cench: Supongo que me conoces, ya que, te sabías al pie de la letra mis canciones, no he podido evitar mirarte, ¿cómo te llamas?

Aida: Te sigo desde hace mucho, me llamo Aida. No me habría imaginado jamás que te habrías fijado en mí -contesté sonrojada.

A él pareció divertirle la situación, pero me percaté de que a Beny, que estaba sentado al fondo del reservado,  no le divertía en absoluto verme con Cench.

Cench: Cómo no me iba a fijar en ti Aida, cualquiera lo haría, eres preciosa. ¿Te apetece tomar algo?

Aida: Bueno...no me voy a negar a un cubata, a poder ser cargadito si no no creo que aguante mucho más.

Cench: Vaya... no esperaba menos de ti.

Cench se me acercó bastante para hablarme, hasta el punto de que pude apreciar lo increíblemente bien que olía.
Le acompañé a la barra y se pidió un roncola y a mí me pidió ginebra con una especie de refresco rosa que jamás había visto pero que tenía pintaza.

Canch: Aquí tienes, es la especialidad de la casa, espero que te guste.

Aida: Muchas gracias- pegué un trago y definitivamente la pintaza daba un spoiler de que lo increíblemente bueno que estaba- dios está buenísimo.

Cench: Sabía que te iba a gustar.

Empezamos a hablar de cosas triviales, de cómo había empezado su carrera, de cómo había empezado yo a escucharle y demás, estaba muy cómoda pero empecé a notar que las intenciones de él no eran similares a las mías en el momento en que vi que se me empezó a insinuar.

Aida: Lo siento Cench, pensaba que Beny te había comentado la razón por la que estoy aquí, estamos juntos, no era mi intención que pensaras que yo quería algo más contigo- decidí ser sincera y pude ver la decepción en la mirada de Cench.

Cench: Ohh vaya, ahora entiendo porque Beny tiene esa cara de culo desde que hemos llegado, tendría que haber sido un poco más listo y haberme dado cuenta, no te preocupes lo entiendo.

Me giré y vi a Beny que relajaba los puños cuando se percató de que los dos le mirábamos y se acercó a nosotros.

Cench: Que pasa tío, eres todo un afortunado Aida es una chica majísima.

Noté el alivio de Beny al ver que le había cortado el rollo a su amigo antes de que pasara algo, quería ver hasta donde llegaba y yo le había hecho sufrir un poquito porque verle celoso me gustaba más de lo que puedo admitir.

Beny: Menos mal que te lo ha dicho porque me quedaba un poco para venir aquí y partirte la cara tío -contestó Beny de cachondeo.

Aida: Cállate anda.

Beny y yo nos miramos y las ganas que teníamos sobrepasaron los límites.

Beny: Cench me llevo a mi chica, luego nos vemos.

Nos alejamos del resto y fuimos a una zona apartada de todo el mogollón de gente y Beny estampó sus labios con los míos sin darme tiempo de reaccionar.

Beny: Me vuelves loco Aida, no puedo ni imaginarme verte con otro.

Aida: Sabes que para mí el único eres tú Simo.

Mis palabras hicieron efecto en él, me levantó por los muslo y me estampó contra la pared con mis piernas alrededor de sus caderas rozando con ganas de más.

Aida: Beny necesito más.

Beny: No hace falta que me lo digas dos veces morena.

Dicho esto la sala se llenó de besos, caricias y gemidos. Nos fundimos llenos de pasión, la temperatura de la sala llegó a unos límites inmensurables. Nuestros cuerpos se conectaban como lo habían hecho desde el primer momento, de forma única.