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Aida: (sorprendida y emocionada) ¡Beny! ¡Soy yo, Aida! Estoy aquí contigo. No sabes cuánto he esperado este momento.

Beny parpadeó lentamente, como si estuviera tratando de entender su entorno. Sus ojos se posaron en mí, y aunque al principio parecían confundidos, pronto vi un destello de reconocimiento en ellos.

Beny: (con voz débil) Aida... ¿dónde... qué ha pasado?

Aida: (llorando de felicidad) Estás en el hospital, cariño. Hubo un incidente en Shôko, y quedaste inconsciente. Pero estás despierto ahora, y eso es lo que importa.

Beny trató de incorporarse, pero inmediatamente sintió dolor y se llevó la mano a la cabeza.

Beny: (frunciendo el ceño) Me duele la cabeza.

Aida: (llamando a una enfermera) ¡Rápido, necesitamos a una enfermera! Simo se ha despertado.

La enfermera llegó corriendo y comenzó a revisar a Beny. Después de unos minutos, confirmó que, aunque débil, estaba estable. Nos explicó que había estado en coma durante varias semanas debido a las lesiones en la cabeza que sufrió durante la pelea en Shôko. Había perdido la memoria de lo que había sucedido en ese período y de los eventos recientes, incluyendo su declaración de inocencia en el juicio.

Beny: (confundido) ¿Pelea en Shôko? ¿Qué estás diciendo?

Aida: (tratando de encontrar las palabras) Beny, hubo un altercado en el club. Ale y su grupo nos atacaron. Tú... tú quedaste inconsciente. Ha sido un momento muy difícil para todos nosotros.

Beny asimiló lentamente la información, y su expresión se volvió sombría. Aunque no recordaba los detalles, podía sentir la gravedad de la situación.

Beny: (con tristeza) Aida, lamento haberte metido en esto. Debería haber sabido que Ale no se detendría.

Aida: No tienes que disculparte. Estoy aquí porque quiero estarlo. Siempre estaré a tu lado, pase lo que pase.

Pasaron varios días en el hospital mientras Beny se sometía a más exámenes y terapias para evaluar su condición. Había momentos en los que recordaba fragmentos de su vida antes del coma, pero otros momentos en los que todo parecía confuso y borroso.

La rehabilitación fue un proceso duro de cojones, pero Beny demostró una fuerza impresionante. A medida que recuperaba su fuerza física, también comenzó a trabajar en recuperar sus recuerdos. Pasábamos horas juntos, compartiendo historias y fotos de nuestro pasado, con la esperanza de que algo desencadenara su memoria.

Beny: Aida, no importa cuánto intente recordar, siento que hay un vacío en mi mente. Hay momentos que deberían estar aquí, pero no puedo acceder a ellos.

Aida: (con tristeza) Lo sé, cariño. Pero estamos juntos en esto. Poco a poco, recuperarás todo lo que perdiste.

A medida que avanzaba la rehabilitación, Beny comenzó a recordar eventos dispersos de su vida. Recordó la música, las canciones que había compuesto, los conciertos que habíamos disfrutado juntos. Pero también recordó momentos dolorosos, como el tiempo en prisión que pasó antes del juicio.

Beny: (con angustia) Aida, cuando estuve en prisión... fue un infierno. No quería que lo supieras, pero necesito que lo entiendas.

Aida: Beny, no importa lo que haya pasado. Lo importante es que estás aquí ahora y que tenemos la oportunidad de construir un futuro juntos.

A medida que avanzaba su recuperación, Beny también recuperó su memoria de la noche en que fue atacado en Shôko. Se enfadó consigo mismo por no haber estado preparado para la agresión de Ale y su grupo, pero sabía que no podía cambiar el pasado.

Beny: Aida, no voy a dejar que Ale o cualquier otra persona arruine nuestro futuro. Vamos a seguir adelante juntos, más fuertes que nunca.

Los meses pasaron, y aunque la recuperación de Beny fue un proceso largo y desafiante, finalmente recuperó la mayoría de sus recuerdos. El amor entre nosotros se fortaleció, y nuestras metas y sueños continuaron guiándonos hacia adelante.

Una tarde, mientras estábamos en el parque, Beny me miró con ojos llenos de amor y determinación.

Beny: (arrodillándose) Aida, desde el momento en que te conocí, supe que eras la razón por la que mi vida tenía sentido. Has estado a mi lado en los momentos más oscuros y en los más brillantes. No importa lo que el pasado haya arrojado sobre nosotros, sé que nuestro futuro está lleno de amor y felicidad. Aida, ¿te casarías conmigo?

Mis lágrimas de alegría y emoción fluían mientras asentía con la cabeza.

Aida: Sí, Beny, mil veces sí.

Nos abrazamos con fuerza, sabiendo que, juntos, podíamos enfrentar cualquier desafío que la vida nos presentara.
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Así concluye esta historia de altibajos, amor inquebrantable y la capacidad de superar adversidades. Beny y Aida demostraron que, incluso en los momentos más oscuros, el amor y la esperanza pueden iluminar el camino hacia un futuro más brillante. Juntos, enfrentaron todas las pruebas que la vida les presentó y construyeron un amor que duraría toda la vida.

Ha sido un placer escribir para vosotros, he querido que esta historia durara un número exacto de 30 capítulos ya que este es un número muy importante para mi. Espero que los haya gustado de corazón.

¿Y quien sabe si algún día hay parte 2???
❤️

¿ Beny jr o Simo ElRifi ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora