¿ Beny jr o Simo ElRifi ?

Barcelona City

3 horas en tren nos separaban de mi antigua vida, de mis amigos, de mi exnovio y de mis tres mejores amigas. No podía creer que todo lo que conocía hubiera llegado a su fin y ahora me enfrentaba a una nueva realidad, a una nueva ciudad que, aunque la había visitado muchas veces, me resultaba desconocida y vacía.

Amalia:
Aida, hija, ¿estás bien? Llevas una hora mirando fijamente por la ventana del tren.

Aida:
Sí, mamá, lo siento. Estaba pensando en mis cosas y me distraje un poco.

Amalia:
Recoge tus cosas, nos bajamos en la estación de Sants. Tu tía está esperándonos para llevarnos a nuestro nuevo apartamento. Te encantará, es mucho más grande que el de Castellón.

Bajamos del tren en la Estació de Sants y, tal como mi madre me había dicho, allí estaba mi tía Mariana esperándonos con una gran sonrisa. Después de saludarnos, nos llevó a nuestro nuevo apartamento. No podía creer lo que veía. Era un ático en La Dreta del Eixample con una vista increíble. Estaba completamente reformado y amueblado según nuestros gustos.

Amalia:
¿Te gusta, hija? He estado trabajando casi un año con una diseñadora de interiores para conseguir esto.

Aida:
Está precioso, mamá. "No m'ho puc creure" (No me lo puedo creer).

Amalia:
Ve a tu habitación y deja tus cosas. Luego iremos a comer, tengo mucha hambre, y después tendremos que ir a recoger nuestro coche en el concesionario.

Me dirigí a mi increíble habitación, dejé mis cosas y me arreglé un poco para salir a comer en mi nueva ciudad. Aún estaba impactada por el nuevo apartamento. No me lo esperaba para nada.

Comimos y tomamos un taxi hacia el concesionario de Mercedes. Mi madre se había comprado un nuevo AMG, similar al que teníamos en Castellón pero más nuevo y moderno. Me sorprendió que esta vez el coche fuera de color negro, ya que estábamos acostumbradas a que los coches de mi madre fueran siempre blancos. Nos subimos al coche y nos dirigimos a casa.

Amalia:
Bueno, hija, estoy agotada. Me voy a dormir. No te quedes despierta demasiado, mañana es un nuevo día. Iremos a comer a casa de tus tíos.

Aida:
Buenas noches, mamá. No tardaré en irme a dormir. Te quiero.

Cumplí mi palabra, me puse el pijama y caí rendida en mi nueva cama.