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Me encontraba en la oficina de John Smith.

— Becky: Buenos días, me llamo Marie.
— Dra. Walters: Yo soy la Doctora Walters.
— Becky: Mucho gusto.
— Dra. Walters: Usted se encargará de las habitaciones 380 a la 400. Su horario será de 9:00 a.m. a 9:00 p.m.
— Becky: Muy bien, ¿Cuándo empiezo?
— Dra. Walters: El día de hoy, le diré a Hunter que la lleve y le enseñe el lugar, también que la presente con los internados, para que no se asusten cuando la vean.
— Becky: De acuerdo, gracias.

Me levanto de la silla y empiezo a caminar hacia la puerta.

— Dra. Walters: Marie. (Volteo)
— Becky: ¿Sí?
— Dra. Walters: Tenga sumo cuidado con una internada en especial, se llama Diana Mendes.
— Becky: ¿Es peligrosa?
— Dra. Walters: Demasiado. (Asiento y salgo)

— No le creas, Diana no es peligrosa. — Veo a un chico.

— Becky: Supongo que eres Hunter.
— Hunter: Así es.
— Becky: Marie.
— Hunter: Mucho gusto, como decía, no le hagas caso a Walters, Diana no es mala.

— Becky: ¿La conoces?
— Hunter: Sí, es agradable... Ni siquiera se porque está aquí, no la veo mal y sus exámenes me respaldan.
— Becky: Oh, tal vez la familia la quiere tener aquí.

— Hunter: No lo sé, siempre que le pregunto a Walters por la familia Mendes me esquiva el tema, una vez, hace tres meses trate de ir a las oficinas Mendes, solo para enterarme que los hermanos de ella desaparecieron, no quise molestar y que no me creyeran.

— Becky: Ya veo... pobre chica.
— Hunter: La verdad que si, hace unas semanas se peleo con otra internada y Walters casi la manda a la habitación blanca, no lo hizo porque la amenace, con ir a contar todos los maltratos que los internados reciben a los derechos humanos.

— Becky: Eres un buen tipo. Bueno, iré a hacer mi trabajo. (Empiezo a caminar)
— Hunter: ¡Marie! (Volteo a verlo) Tus habitaciones están del otro lado. (Me le acerco)
— Becky: ¿Qué tal si me llevas? Por favor. (Le sonrió)
— Hunter: Oki doki.

Lo sigo en silencio.

Veo la habitación 384, ¡Bingo!

— Becky: ¿Por cual empiezo?
— Hunter: Por la que quieras, los internados entrarán como en una hora, mi consejo es que dejes a habitación de Diana y Camila de ultimo, son las más tranquilas.
— Becky: Está bien. (Le sonrió)

 Entramos a la habitación 380.

— Becky: ¿Qué se supone que hago?
— Hunter: Limpieza.
— Becky: Claro, ¿Pero que clase de limpieza?
— Hunter: Sacudir, ordenar camas, barrer y trapear.
— Becky: Está bien, gracias por la ayuda.

Hunter abandona la habitación.

— Becky: Yo no se hacer limpieza...

...

Estábamos en el lugar comunitario, las puertas se abren dejando ver a Hunter, este se acerca a nosotros.

— Hunter: Diana.
— Diana: Hunter.
— Hunter: Intenta portarte bien, Walters casi te manda a la habitación blanca.
— Diana: ¿Porque?
— Hunter: ¿Te suena el nombre Gabrielle Thompson?

Maldita...

— Diana: Sí, si me suena.
— Hunter: Bueno pues se fue a quejar de tu comportamiento con Walters.
— Diana: Dile a Walters que esa idiota me pego. (Hunter suspira)
— Hunter: No lo entiendes, Diana. No se porque estás aquí, supongo que alguien paga para tenerte aquí incomunicada, Walters no está de tu lado y nunca lo estará... No puedo creer que vaya a decir esto pero... tienes que irte, si te quedas te matarán. 

Camila, Harry yo nos vemos entre sí.

— Hunter: Ustedes también tienen que irse... Los mandarán a la habitación blanca para sacarles información de Diana.

— Harry: No me puedo ir sin los demás.
— Hunter: ¿Tu eres el del contrato?
— Harry: Así es.
— Hunter: Denme unos días, sacaré a los cuatro chicos de la habitación blanca, pero el día que ellos salgan, ustedes desaparecen.

La misión del escape - Paul Walker II © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora