... 18 ...

94 4 0
                                    

Estábamos en la pista de carreras.

— Paul: ¿Lista Suki?
— Suki: Sabes que si, chico.

Corto la llamada y empezamos a conducir, ambos conducíamos hacia el otro. Asiento con la cabeza y ambos utilizamos el freno de mano hasta el tope. Ella gira el timón a 20 grados y yo a sesenta. Ambos presionamos un botón para que las puestas de atrás se abran, ambas puertas lo hacen y así es como cambiaríamos a Diana, luego de salir del nudo, conducimos al lado contrario para que las puertas se cierren.

— Manuel: ¿Así cambiarán a mi hija?
— Paul: Sí, ella se sube con Suki, la cambiamos y Suki los despista.
— Manuel: ¿Cómo conociste a esa chica?
— Paul: En las carreras clandestinas.
— Manuel: ¿Y confías en ella? Digo, ira con mi hija.
— Paul: Señor Mendes, aunque usted no lo crea... Las carreras son un lugar seguro para los corredores, los respetan mucho y su hija es-

— Manuel: La reina de las carreras clandestinas ¿Tan buena es?
— Paul: Diana es... asombrosa, en todos los aspectos pero cuando se sube a un carro, ella y el carro se vuelven uno.

Veo a Suki bajar de su auto y caminar hacia el mío.

— Suki: Chico... ¿Para donde conduzco luego de pasarte a Diana?
— Paul: Tiene que ser un lugar donde sepamos que no podrán sacarte ni a ti, ni a Diana.
— Manuel: En donde son las carreras... Si todos son como dices, nadie podrá sacar a Diana de ahí.

Suki y yo nos miramos.

— Suki: Hablaré con mi gente, tu habla con la tuya.
— Paul: Gracias Suki, de verdad.
— Suki: No hay de que... Además, sabes lo que quiero a cambio. (Asiento)

Suki vuelve a su carro.

— Manuel: ¿Qué es lo que quiere a cambio?
— Paul: Una carrera contra Diana.
— Manuel: No le veo el problema, tu te notas muy serio al respecto.

— Paul: Desde que Diana apareció en las carreras se gano su apodo, es un apodo respetado y lo que ella diga, en las carreras es ley... Me preocupa que si se enfrentan por la falta de practica, Diana pierda y pierda su titulo.

Vemos llegar cinco carros más. Suki me llama.

— Suki: Chico... Tenemos compañía.
— Manuel: Conozco cuatro de esos carros, son mis hijos y sus parejas.
— Paul: El quinto es Vin.

Todos bajan de sus carros, nosotros hacemos lo mismo.

— Vin: Los respaldaremos... Hablé con Héctor, nos ayudarán.
— Paul: El punto clave es el bulevar de las carreras.
— Vin: Los suburbios de Los Angeles.

— Shawn: Becky quiere decirles algo.
— Becky: Están viendo a Marie, la nueva señora de limpieza de John Smith. (Todos sonreímos) ¡Ah! Suki ¿Verdad?

— Suki: Si.
— Becky: Dale esto a Diana. (Le pasa una peluca caramelo) Es para que no piensen que ella fue la que salió del carro, si no tu y que la que conduce es Diana. 
— Suki: Muy bien.

¡Hey! — Todos volteamos a ver, era Nash.

— Nash: No pensarán sacar a Diana de la versión moderna de Alcatraz.... Sin mi ¿verdad?

— Cameron: La caballería llego. (Dice riendo)
— Shawn: Grier...
— Nash: Mendes... Dallas, ¿Dónde habían estado chicos? (Se saludan)
— Cameron: En el Amazonas.
— Shawn: Nueva York.
— Nash: ¿Qué mierda hacían ahí?

Shawn y Cameron se miran.

— Ambos: Larga historia.

...

Los días pasaron y llego el día, hoy Becky entraría a John Smith.

— Shawn: Ten cuidado.
— Aaliyah: Abre bien los ojos... Camila puede llegar a ser... complicada.
— Paul: Recuerda Becky, tu puedes salir cada día y volver en la mañana.
— Becky: Lo sé, así les diré lo que Diana diga.
— Karen: Becky (Le compone un pelo a la peluca) Gracias por hacer esto por mi hija... A todos.

Todos asentimos.

— Paul: Llego la hora de sacar a Diana de ese lugar.

La misión del escape - Paul Walker II © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora