6 meses después.
- ¿Entonces tú embarazo es de riesgo? - Preguntó Hatice con tristeza.
- Sí sultana. - Respondió la joven con una lágrima bajando por su mejilla.
- Por qué no nos lo habías dicho? - Hatice se acercó hasta su amiga para tomar su mano. - sabes qué eres importante para mí.
- No quería asustarla sultana, ni al príncipe ni a su madre, algo dentro de mi decía qué ella estaría en contra de mi embarazo. - Confesó con
- Ella piensa qué fue muy pronto para volver a embarazarte. - Hatice rodó los ojos.
- Sultana, ¿usted piensa lo mismo? - Preguntó Ilknur cabizbaja.
- Por supuesto qué no, este pequeño o pequeña no fue tú decisión o la de mi hermano, es una bendición de Allah. - La joven sultana le respondió con una sonrisa mientras acariciaba la mano de su amiga.
- Gracias por apoyarme sultana. - Ilknur le sonrió con sus ojos llorosos.
( . . . )
Por la tarde.
La joven Ilknur se encontraba sentada en el diván de sus aposentos leyendo un libro francés qué el sultán Selim le había obsequiado en su más reciente visita.
- Una de sus damas entró a sus aposentos haciendo una reverencia. - Sultana.
- Dime Ipek. - Respondió aún con la vista en su libro.
- El principe desea verla está noche. - Habló con una sonrisa divertida.
- Ilknur alzó rápidamente su mirada, para después dejar su libro de lado, lentamente se levantó de su diván. - Ipek, ayúdame a arreglarme. - habló emocionada hacia su dama.
Unas horas después Ilknur estuvo lista, acompañada de sus damas se dirigía a los aposentos del príncipe con felicidad.
Al instante en qué los guardias la vieron hicieron una reverencia para después abrir las puertas.
- Gracias. - Ilknur agradeció a los guardias en voz baja.
Cuándo entro a los aposentos el príncipe ya la esperaba en su diván con una pequeña mesa llena de comida, dulces y jugo. Ilknur con una sonrisa hizo una reverencia.
- Mi príncipe. - Hablo suavemente.
- Mi preciosa luz, ven acércate. - El príncipe palmeó el diván dando a entender qué se sentará a un lado de el y no en aquellos incómodos cojines.
Ilknur hizo caso y se acercó hasta llegar al diván y sentarse.
- Te he extrañado mucho, mi luz. - El príncipe dijo acariando la mejilla de su mujer.
- Y yo a ti, cómo no tienes idea. - Respondió la joven.
- Y qué grande está mi futuro príncipe o princesa. - Bajo su mano hasta el vientre de la joven y lo acarició.
- Qué deseas tener, ¿un príncipe o una sultana? - Preguntó Ilknur tomando las manos del príncipe para entrelazarlas con las suyas.
- No lo sé mi luz, tal vez una sultana. - El príncipe econgio sus hombros para después soltar una suave risa.
Y así entre pláticas y risas la pareja paso su noche, para después descansar.
( . . . )
3 meses después.
- Puje señorita, ¡puje! - Gritó la partera.
Ilknur no soportaba el dolor pero hizo caso a la mujer y pujo con más fuerza, apretando aún más la pequeña tela qué tenía en su boca.
- Vamos, una vez más! - Alentó con una sonrisa.
Y así pasó 1 hora más.
La desesperación comenzaba a reinar en el cuerpo del príncipe Süleyman, quién caminaba de un lado a otro fuera de los aposentos de su mujer.
Antes de intentar entrar a estos, un llanto se escuchó en ellos.
- Listo sultana, lo logró, Allah nos ayudó el bebé está completamente sano. - Dijo con alegría la doctora.
- ¿Qué es? - Ilknur preguntó cansada.
- Es un varón sultana, felicidades. - Respondió la doctora.
Un nuevo príncipe.
El más amado por el pueblo.
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𝐏𝐮𝐳𝐳𝐥𝐞 : 𝐁𝐚𝐥𝐢 𝐁𝐞𝐲
Tiểu thuyết Lịch sửLa felicidad no dura para siempre y Hande lo supo el día en qué su padre exilió a su madre, sin razón alguna. Años después volverá más fuerte para vengar a su madre y a sus hermanos, no importa lo que eso cueste.