Meses después.
Noviembre 1539.— ¡Todo es culpa de Hande! — Mihrimah gritaba tirando todo a su paso en sus aposentos.
Había tenido una plática con su amor prohibido, Taşlicali Yahya Efendi en la cuál este la rechazaba y que preferiría no verse más, la joven sultana con el corazón roto y la tristeza invadiendo su ser aceptó la oferta de su padre de casarse con Rüstem Ağa.
Al darse cuenta del gran error que había cometido el odio hacia la mayor incremento, ella pensaba en que si Hande jamás hubiera conocido a Balı Bey todo en su vida sería diferente, el estaría casado con ella y serían felices pues, desde pequeña el Bey siempre le gustó y aunque ella a él no haría todo lo posible para que eso cambiara.
• • •
Meltem acariciaba el vientre abultado de Hande, 8 meses habían pasado con rapidez y la mayor extrañaba mucho su vida en Diyarbakır.
— ¡Ha pateado! — Meltem gritó emocionada.
— Tú emocionada y yo sufriendo, al parecer este pequeño ama mucho a su tía. — Hande posó su mano en su cadera dando un leve masaje.
— Claramente, así como yo lo amo a él o a ella. — La joven puso nuevamente su mano en el vientre.
— Pronto nacerá por favor, ya no lo hagas patear más. — Hande dijo con un ceño de dolor.
— Meltem río. — Está bien, perdóname, me emocioné mucho.
— Te haré lo mismo cuándo tú estés embarazada. — Hande sonrió.
— Prefiero quedarme a su lado siempre. — Meltem tomó la mano de su amiga y la apretó.
— Meltem tú también mereces ser feliz con alguien que te ame y te de todo lo que deseas, tú felicidad es importante.
— Tus hijos y tú son mi felicidad Hande, son mi única familia.
— Siempre seremos tu familia, pero debes formar tu familia también, nosotros siempre estaremos para ti.
— Espero algún día alguien me ame tanto como el Bey lo hace contigo.
— Pronto llegará el afortunado Meltem, tú felicidad es mi felicidad. — Hande sonrió abrazando a la joven.
• • •
Horas después.— ¿Dónde está Hande? — Mihrimah preguntó a una criada del palacio de la sultana Hatice.
— Está en sus aposentos sultana, se encuentra descansando.
Mihrimah sin importarle mucho subió las escaleras, desesperada por encontrar los aposentos de Hande.
— ¡Sultana! ¡No haga una locura! — Saçbağli su criada iba tras ella nerviosa. — ¡por favor!
A lo lejos la sultana diviso una puerta abierta, al acercarse a esta vio a la joven leyendo un libro sin dudarlo entro azotando la puerta.
— ¡Sultana! — Saçbağli gritó asustada y ella asustando a la mujer embarazada.
— ¡Desde que llegaste me haz hecho la vida imposible! ¡¿POR QUÉ BALIBEY TUVO QUE CONOCERTE!?
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𝐏𝐮𝐳𝐳𝐥𝐞 : 𝐁𝐚𝐥𝐢 𝐁𝐞𝐲
أدب تاريخيLa felicidad no dura para siempre y Hande lo supo el día en qué su padre exilió a su madre, sin razón alguna. Años después volverá más fuerte para vengar a su madre y a sus hermanos, no importa lo que eso cueste.